miércoles, agosto 31, 2005

Volver a empezar...

Llega septiembre y veo a mucha gente con ganas de empezar algo. Leo que todos tienen planes para este mes, unos con trabajo, otros con estudios, y algunos con un descanso de ambos.

¿Sólo se caen las hojas de los árboles en invierno?



No tengo claro por que este mes se relaciona tanto con el inicio de algo, entiendo que todos intentemos hacer propósitos para esa falsa barrera de nueva vida que nos hemos puesto el 31 de diciembre, pero no entiendo lo que pasa en este mes.

Son cantidad las fiestas que quedan en este mes, relacionadas sobre todo con la vendimia, la despedida del verano y el recibimiento del frío. ¿Pero qué tiene que ver el final del verano con empezar algo nuevo?

¿Por qué tenemos esa necesidad de empezar?, ¿por qué tenemos que buscar unas fechas fijas para forzarnos a nosotros mismos?.

Llegan los anuncios de la tele, mochilas para los enanos y fascículos para los grandes. Ellos tienen que empezar el cole y pretenden que los demás saquemos nuestras creatividades al sol, o a la falta de sol.

Debe ser que en verano nos abandonamos totalmente, dejamos nuestros talentos de vacaciones, cerrados en el armario hasta septiembre. Y digo que debe ser, por que por estas fechas vuelven todos los cursillos de inglés, de pintura, de maquetas de barcos, de lo que quieras y todavía incluso alguno que jamás te hubieses imaginado que pudiera existir.

Esta claro que se debe revolver algo por dentro de nosotros, el final del sol, los buenos ratos pasados en verano y la cercanía del próximo encierro nos hacen preguntarnos si nosotros también debemos empezar algo. ¿Será que buscamos volver a la infancia pintando óleos o pegando palillos?.

El impulso creativo es una combinación entre lo que nos viene de dentro y la capacidad que tenemos para aprender cómo realizarla.

Sí tenemos algún impulso de este tipo es mejor ponerlo en marcha y parace que este es el momento propicio, así como el 1 de enero debe ser el Día Mundial para dejar de fumar, septiembre es el mes para sacar tu creatividad a la luz.

Por lo visto todos tenemos algún talento, unos más ocultos que otros, eso es verdad, pero todos poseemos un impulso creativo que nos ayuda a ver la vida de un color diferente, desde pintar un cuadro, a preparar un exquisito plato o educar a un niño, para todo hay que tener talento.

Lo difícil es identificar cuál es el tuyo, sí lo quieres o necesitas desarrollar. El más difícil y mejor de todo ellos es el talento del Arte de Vivir, habrá que llegar a un acuerdo entre lo que deseamos ser y lo que somos, por lo menos para no tener una mala relación contigo mismo.

Sí consigo desarrollar mi Arte de Vivir me daré por más que satisfecha, igual que vosotros...no?

Un beso.
miércoles, agosto 24, 2005

Lo de ser canción...

Vuelve...

Porque he aprendido que estar sola es complicado,
porque he aprendido que las cosas han cambiado,
que ya no tengo prisa de soñar con otra vida,
que ya no entiendo que el amor no era tan raro,
y es que me estoy perdiendo poco a poco en esta vida,
y se me nubla la razón de tanta tontería.

Vuelve,
quiero que vuelvas a mis brazos,
y sentir esa monotonía,
estar segura de tus besos,
y que cada rincón
de esa cabeza tuya sea siempre mío.

Porque ya sé lo que es vivir sin esos besos,
porque me duele cada noche del pasado,
que ya he penado suficiente me parece,
que la vida sin tus cosas me hace daño,
y es que aunque juzgues que es injusto no me importa,
en mis ojos se ha marcado que no miento.

Vuelve,
quiero que vuelvas a mis brazos,
y sentir esa monotonía,
estar segura de tus besos,
y que cada rincón
de esa cabeza tuya sea siempre mío.

Por eso vuelve,
quiero que vuelvas a mis brazos,
y sentir esa monotonía,
estar segura de tus besos,
y que cada rincón
de esa cabeza tuya sea siempre mío.

Por eso vuelve,
quiero tus...
por eso vuelve,
quiero tus besos.

Porque ya sé lo que es vivir sin esos besos,
porque me duele cada noche del pasado,
que ya he penado suficiente me parece,
que la vida sin tus cosas me hace daño,
y es que aunque juzgues que es injusto no me importa,
en mis ojos se ha marcado que no miento.

Vuelve,
quiero que vuelvas a mis brazos,
y sentir esa monotonía,
estar segura de tus besos,
y que cada rincón
de esa cabeza tuya sea siempre mío.

Por eso vuelve,
quiero tus besos,
por eso vuelve, vuelve.

Vuelve.

Mai Meneses.

Un beso.

Las distancias...

Sobre esto mucho habrá por ahí escrito, mucho más se escribirá, cada uno tiene las suyas, yo también tengo las mías...

El antropólo Edwar T. Hall, vaya usted a saber que esconde tras esa T, fue uno de los pioneros en el estudio de este tema, las distancias personales. Todos los animales marcan su territorio o espacio, nosotros también.

Según él, el espacio informal que comprende las distancias que vivimos inconscientemente con los demás lo podemos dividir en varias distancias:

¿nos abrazamos?- Distancia íntima: Desde 15 cm hasta 50 cm, se define por la percepción del calor, del olor y de respiración de la otra persona (la distancia sexual y de la lucha)


Ésta es la distancia más importante y cuidada, es tu propiedad privada. Sólo se permite la entrada a las personas que están emocionalmente muy cerca.

En mi caso es muy difícil pasar este cerco, o mejor dicho que yo me sienta a gusto cuando alguien supera esas distancias, desde pequeña siempre me ha costado mucho dejar que lleguen a mí, incluso amigos íntimos pueden producirse un extremecimiento por dentro cuando se acercan tanto. Lo más extraño es que yo no lo mantengo al revés, con mis allegados no tengo problema de acercarme tanto, pero sólo cuando lo hago yo...

- Distancia personal: Es un espacio de 50 cm a 75 cm, distancia fija que separa a los individuos que no tienen contacto entre sí, una especie de caparazón que un cuerpo crea inconscientemente para aislarse de los demás.

Sería mi distancia habitual con cualquiera, tengo un estupendo caparazón, que sería perfecto si no tuviese un gran agujero por donde se me cuelan las flechas, esas que llegan a hacerte sangre...

- Distancia social: Es un espacio de 1 a 2 metros, marca el límite del poder que ejercemos sobre los demás, es decir, el límite a partir de cual la otra persona no se siente afectada por nuestra presencia.

Esta es la distancia que nos separa de los extraños.

Me parece una distancia excesiva, a 2 metros casi no puedo ni ver si es un extraño...

- Distancia pública: Más allá de los 2 metros y medio, y se considera impersonal. Fuera de todo círculo en el que se pueda ver afectado directamente otro individuo.

Sería la distancia política, diplomática, etc. No creo que nadie puede influir lo más mínimo sobre otra persona a tanta distancia, así no hay quien se entere de tu presencia...

Lo más gracioso es que esta clasificación de distancias varian como las culturas, estas distancias en Sudamérica se reducen bastante, su distancia personal y social se reduce bastante, y no digamos en los países árabes, donde dominan la cultura del contacto, y en una conversación rodean a la otra persona, la toman la mano y la miran a los ojos.

Qué díficil es fallar a una persona que cuando te habla toma tu mano y te mira a los ojos...

más abrazos me gustaría dar


Me gustaría poder sentirme a gusto con el contacto de los demás sobre mí, tal y como me siento cuando yo contacto con los demás. Bien saben los que me conocen de cerca que una vez rotas las distancias puedo llegar a ser pesada por pegajosa, besucona y demás familia...

Reconozco que he mejorado mucho en este aspecto, pero me queda mucho camino aún...

Un beso.

lunes, agosto 22, 2005

La frase...

Sí la vida te da mil razones para llorar, demuéstrale que hay mil y una para sonreír...

Un beso.
viernes, agosto 19, 2005

Pasen, lean y dejan algo...

Os mando hasta otro blog,sin permiso, una insana costumbre que tengo yo, la verdad es que me parece un estupendo post y no me gustaría que lo dejeis pasar si teneis oportunidad...

La vida en un suspiro


Un beso.

Under seventeen...

Comienzo aquí una nueva serie, os iré presentando textos inacabados, relatos en juego, palabras abiertas para mentes despiertas, una pequeña muestra de esa mente maravillosa, quizás vosotros le pongáis el final, o tal vez sea él mismo quien lo ponga, qué más da, aquí hay para dar y tomar...

El título lo explica todo, son textos escritos por él cuando era todavía más chiquillo que ahora, aunque no lo parezca...


una parte de Gerard




En medio de la muchedumbre...

En medio de la muchedumbre me encontraba, el murmullo del gentío impedía que las melodías de las carrozas llegasen hasta mis oídos. Me estaba volviendo loco ante tanta gente, no podía ni respirar, necesitaba salir de allí, sentarme en un banco y descansar un rato. Mis piernas suplicaban, el cuerpo sudaba a borbotones en señal de protesta. Es como si todos mis órganos y sentidos se hubieran reunido y hubieran acordado manifestarse en mi contra. Tras unos cuantos disculpe y perdone, conseguí abrirme entre toda esa muchedumbre feliz, alegre, que sólo tenía ojos para la fiesta que ese día se acontecía.


Nunca he sido un amante de las grandes ciudades, con tanta gente, tantas cosas por visitar y tantas otras por descubrir. Lo que más aborrecía era ver a tanta gente buscando lo mismo que yo, así que prefería los pequeños pueblos, con encanto, tranquilos, apartados de tanto ruido, humo, contaminación. Un pueblo en medio de las montañas, con un riachuelo, el bosque a tu lado, naturaleza pura. O un pueblecito de la costa, con su playa, las casas blancas relucientes por los rayos del sol, parejas sentadas en una mesa tomando un refresco y observando como los pescadores llegan a puerto con sus balsas repletas de pescado fresco.


Pero esa vez era diferente, me encontraba en una gran ciudad, una reliquia de los viejos imperios europeos. Ahora era una ciudad con glamour, diferente, romántica. Me había acercado hasta esa ciudad porque estaba harto de mi vida. Sí, es un tópico, pero nunca he dicho que fuera diferente a los demás. Mi anterior vida me ahogaba, sentía que si seguía mucho tiempo con ella, terminaría por explotar, con lo que eso conllevaría. De mi anterior vida no quiero hablar, porqué la dejé atrás, y allí se quedó. Me fui de casa y de mi vida muy joven, apenas había cumplido los 20 años. Saqué todos mis ahorros, cogí todos los objetos personales que más apreciaba, compré un billete de avión y me fui. No dejé ninguna nota de despedida ni avisé a nadie. Aquél chico de buena vida y tan respetuoso murió para los que le conocían, para sus familiares, para sus conocidos. Ahora se había reencarnado en otra persona, y ésta se dirigía a un destino claro: la felicidad.


En su momento me sonaba utópico, ahora mismo lo volvería a pensar, y posiblemente mañana también. Pero el devenir de las cosas y la gente hace que a veces lo utópico se realice, y que aquello tan sencillo y tan aparentemente fácil, se vuelva utópico. Es curioso, muy curioso.


Durante el viaje reflexioné sobre todo lo que dejaba atrás, era consciente de que el disgusto para los demás se haría patente y que a más de uno le dejara boquiabierto, asombrado, sin poder gesticular ni un gruñido de aprobación o desaprobación. Fue duro dejarlo todo, pero hice de tripas corazón y seguí adelante, tal y cómo había planeado desde hacía tiempo. Lo tenía todo planeado. Había hablado con un amigo de esa ciudad que conocí por internet, y enseguida hizo unos tratos para conseguirme un trabajo que me permitiera asentarme allí. Algunos pensaran que me lo dieron todo hecho, que me largaba de casa y cuando llegaba a otro sitio ya tenía incluso un trabajo y tal vez una casa dónde dormir. Pero las cosas no son tan fáciles como las pintan. Mi amigo tardó mucho, y evidentemente le recompensé por su inestimable ayuda. El trabajo que me daban no era muy gratificante ni interesante, pero el sueldo sí lo era, y me permitía mantenerme en una pensión un poco decente mientras iba ahorrando para alquilar un piso algún día.


Pistolitas
jueves, agosto 18, 2005

El artista invitado...

El artista de hoy tiene muchas personalidades, mejor sería decir que le podeis conocer por muchos seudónimos, nicks, que dirían otros, pero yo me quedo con Carlos, el que mejor conozco, algo más, sí quereis saber de sus cosas, de su música, de su vida, de sus palabras, aquí teneis una buena muestra...

Tato

A Tato, o Carlos como yo, lo conocí hace muchos años en la puerta de una discoteca. Llevaba una cazadora con el nombre The Smiths en la espalda. Sin conocerme de nada habló conmigo de música, la música que él escuchaba y conocía, y yo no. Quedamos días más tarde y hablamos de todo, quienes éramos, que nos gustaba, que nos disgustaba, y a partir de ese momento mantenemos una amistad que dura casi 19 años.

Él siempre ha sido generoso, en todos los sentidos. Necesitabas un disco y te lo dejaba, necesitabas dinero y te lo dejaba, y nunca recordaba que se lo debías. Necesitabas un hombro, y él te lo arrimaba. Siempre él sabía donde estar, sabía que palabras decirte. Si te debía pegar una bronca lo hacía sin ningún miramiento. Pero a su vez nunca jugaba el rol de ser superior. Todo lo que hacía hacia los demás, el siempre lo esperaba hacia si mismo. Totalmente equitativo. Escuchaba las broncas de los demás, pedía discos a los demás …


La vida nos ha deparado muchas cosas, buenas y malas, y en estas últimas no ha faltado una llamada desde Málaga, sea bronca, sea apoyo, o sea un hombro desde la distancia. Y no digamos cuando se deja caer por aquí. Siempre llama y aunque sean 5 minutos, no tienes escapatoria.

Ahora vuelvo a recuperar un pasado que no existe, a inventarnos un pasado mejor, a un pasado que le hablado a quién casi me ha devuelto a mi mismo. Ahora me vuelvo a encontrar al Tato de siempre, pero que es otro, pero para mi seguirá siendo el mismo por muchos años que pase.
viernes, agosto 12, 2005

La frase...

Amo como ama el amor. No conozco otra razón para amar que amarte. ¿Qué quieres que te diga además de que te amo, si lo que quiero decirte es que te amo?

Fernando Pessoa.

Un beso.
jueves, agosto 11, 2005

¿El amor se aprende...?

Sí, lo he leído en una revista, de éstas que te añaden al periódico los fines de semana para que te creas que llevas algo importante, qué es mejor que el de cualquier otro día aunque traiga la mitad de páginas...

Dicen que aprendemos a amar igual que aprendemos a vivir, nadie nace aprendido.

O sea, que nuestros afectos, aquellos que vamos a dar y los que seamos capaces de recibir, en gran parte dependen de los que aprendimos de pequeños, de los que nos rodeaban, y encima todo esto de forma inconsciente.

No es que aprendamos a besar por ver como se besaban nuestros padres, más bien es que tendremos una tendencia a besar más o menos según lo vimos en nuestra casa, tendremos tendencia a los abrazos o caricias sí eran habituales a nuestro alrededor y al contrario, rechazaremos el afecto de los otros sí nos faltó en la infancia.

Supongamos que todos hemos aprendido a estimarnos y a sentirnos con derecho a ser amados, a partir de aquí abandonamos nuestros primeros amores(nuestros padres)y buscamos nuestros encuentros amorosos con otras personas.

Y aquí es cuando llega lo bueno, encontrar a quien amar, ya ni te cuento si encima quieres coincidir con quien te ame a ti. Llega la época de cambios, de cesiones, de luchas, de entregas...

Viene lo mejor, y lo pongo literal, me ha gustado la frase... "Eso que llamamos amor se teje entre el otro y yo, entre la ilusión y la realidad, entre la unión y la diferencia. Tolerar que la pareja no se adapte a lo que pedimos y aceptar que no podemos responder a lo que nos demanda es haber aprendido a querernos como seres humanos"

Viene por ahí un psícologo que dice que todas las formas de amor contienen cuatro elementos, al menos eso cree Erich Fromm...

El cuidado. El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos. Si no cuidamos al otro, si no nos damos tiempo para estar con él/ella, es porque le queremos poco.

La responsabilidad. Implica la disposición de estar cuando el otro nos necesita. No tiene nada que ver con realizar un deber, sino con un deseo interno que nos hace responder a las necesidades de aquél al que amamos.

El respeto. Significa tener conciencia de la individualidad del otro y apoyarle en su desarrollo: no pedir que sea como uno necesita que sea, sino quererle como es. El respeto sólo es posible si el que ama ha alcanzado la independencia y la maduración psicológica suficientes. Se tiene cuando se sabe defender el espacio propio.

La libertad. El amor crece cuando dejamos libre al otro, cuando no intentamos dominarle o adaptarle a lo que nos conviene. El intento de someter a otro, aunque se disfrace de actitudes intransigentes y dominantes, sólo esconde una dependencia que no queremos aceptar.

Yo creo que aprendí a amar, seguro que aprendí de mi madre, las muestras de cariño en mi padre fueron siempre muy escasas, lo mismo me pasa a mí ahora con él, pero si estoy segura de que con mi madre aprendí lo fundamental para amar, y luego con Q. pude aprender que la vida no es un bolero, pero que bailamos juntos...

¿Y tú, aprendiste a amar?...

Un beso.
martes, agosto 09, 2005

El artista invitado...

Muchos le conoceréis del foro de ACB, otros ya habréis pasado más de una vez por uno de sus blogs, sí, tiene dos, y por si acoso hay una oportunidad más para conocerle, tiene su propio foro de cine, qué más se puede pedir...

Mepidenquecolabore...

Me piden que colabore, que escriba, que cuente mi vida, ya me veis aquí, que uno se sienta a escribir y le vienen a la mente mil cosas que fluyen por los dedos hasta plasmarse aquí, en la pantalla, pues veamos, podría empezar diciendo que cuando nací mis padres esperaban otra chica más (3 hermanas tengo) y que cuando finalmente se dieron cuenta de que era un chico decidieron cargarme con todos los nombres de la familia, desde pequeño y cuando he tenido que poner mi nombre en algún sitio necesito más espacio que las personas normales, vale, no cuento a los Borbones, es que mi nombre no acaba con “De todos los santos”.

Luego estaba lo de heredar la ropa, claro viniendo de mis hermanas o me ponían vestidos, que no era plan o la heredaba de mis primos, largos ellos cual jugadores de basket, así que yo de esa guisa era una mezcla de pulgarcito y Vanilla Ice todo junto, con pantalones 7 tallas más grandes y zapatillas donde me cabían los dos pies en una sola.

Que fácil es llegar y pedir que alguien te escriba, y que complicado es sentarse a escribir, más que nada porque en el 90 % de los casos y aunque, como he dicho antes, te fluyen las palabras luego parecen que no tienen mucho sentido una vez plasmadas, tal que aquí, que decían por allí...

¿Dónde me había quedado? Ah! Si, la ropa de mis primos, pues luego hice yo la comunión vestido de marinero, que ahora que lo pienso, Enrique Iglesias tuvo la culpa, mi madre era tan fan de “Julito” (como le conocíamos coloquialmente en casa) que decidió que su “ojito derecho” iba a hacer la 1ª vestido igualito que él... ¿Acabaré entonces siguiendo esa regla de tres conociendo a una tenista rusa? (va a ser que no).

Uno llevaba una triste melenita cual Mogli en “El libro de la selva” ¿Qué habrá sido de ella? Ahora calvo, cual rana Gustavo, que la gente me ve y me dice que me parezco a mi padre, ¿Será en la mala leche y en la calvicie? (va a ser que si).

Y de ahí pasamos a mi edad de colegio, donde pasé buena parte de mi niñez, luego el instituto, donde más hice el cabra en mi adolescencia y finalmente al trabajo, donde no sé que cojones pinto, pero que es donde me encuentro a estas horas más aburrido que una mona, mientras intento escribir algo de sentido para este, el blog de mi hada.

Ay que ver lo que da de sí un folio y una pequeña historia que contar ¿no os parece?
lunes, agosto 08, 2005

Lo de ser canción...

Duermes...

Duermes,
mientras la ciudad golpea el cristal con su llanto,
ajena a tu sueño. Qué pena que este milagro
de verte dormida en paz
no desborde el muro de esta habitación.
Ojalá que mañana,
cuando te despiertes,
duerma mi dolor.

Duermes,
y bajo el flexo una estudiante reza la locura
de huir con los muchachos del camión de la basura.
Y, mientras, los bares
entierran la culpa de esta gran ciudad.
Tantas soledades
sin saber que duermes
no pueden amar.

Duermes,
insomne cruzo la casa y te busco intranquilo,
porque sueño a tu lado,
aunque no duerma contigo.
Duermes,
perdona mi maldita costumbre de despertarte
porque tengo miedo,
o porque llego tarde.

Duermes,
y un hombre escribe versos frente a una computadora.
Temblando, en la pantalla, abre la caja de Pandora.
Y en un cuarto de hotel,
busca encendida en el minibar
el rumor de las olas
una pareja que esta
noche no dormirá.

Duermes,
y un hombre llora en un taxi mientras suena la radio.
Una mujer desnuda lo detiene en un semáforo.
Nadie sabe que duermes,
no consta en los diarios.
Qué lástima la gente
que nunca besará la paz
sobre tus párpados.

Duermes,
insomne cruzo la casa y te busco intranquilo,
porque sueño a tu lado,
aunque no duerma contigo.
Duermes,
perdona mi maldita costumbre de despertarte
porque tengo miedo,
o porque llego tarde.

Ismael Serrano.

Un beso.
jueves, agosto 04, 2005

Paradojas...

Otra paradoja más, ya avise que este apartado vendría a visitarle con frecuencia, quizás más de lo que quisiera.

Venía a contaros cómo disfruté el sábado noche en el teatro, mis ganas de teatro eran grandes, más de lo habitual, desde el Festival de Invierno de Torrelavega no había vuelto por una sala y mi alma lo notaba.

Debí contároslo antes, no hubiese ido en este apartado, bueno, tal vez sí, alguna paradoja se dió aquella noche.

Buena obra de teatro frente a un teatro casi vacio. Buenas actrices frente a un público apagado. Buena opción para un sábado noche frente a un precio excesivo.

La mayor de las paradojas, Los Monólogos de la Vagina, cuatro días de representación, el sábado casi vacio, no quiero ni pensar en el resto de los días, frente Desconcierto de Arturo Fernández, llenando los cuatro días y aún es más, dos días extras.

Para gustos los colores.

Paradoja que semejante obra no llene el teatro, deber ser que en Santander ya saben todo sobre la Vagina o peor aún, no les debe interesar.

Obvio decir que la mayoría del público era femenino, algunas no nos asusta la palabra Vagina, aunque no posea un sonido nada sensual la reconocemos como nuestra, nuestra parte más importante, por mucho que se empeñen en hacernos creer lo contrario.

Tal vez los hombres asistentes estén interesados en conocer, estoy segura de que muchos desconocen los resortes de este maravilloso mundo, tal vez fuesen simplemente por acompañar, como el susodicho, o tal vez simplementes fuesen como el cuñado que acabo durmiendo en la butaca.

La obra presenta una pequeña parte de los monólogos que aparecen en el libro, y en el escenario juegan con el diálogo en algunas ocasiones para hacerlo más ameno, directo, a veces para reírte otras para llorar.

El libro ya le conocía, pero tengo esa maravillosa mente olvidadiza para textos y películas, apenas recordaba nada más que aquella definición de Vagina que siempre me ha parecido la mejor de las posibles deficiones que se pueden hacer sobre algo tan maravilloso,desconocido, deseado, odiado, qué sé yo las miles de circunstancias que pueden rodear a la Vagina...

Cómo es posible no ver su belleza



"Mi vagina es un caracol,
un tierno caracol rosado redondo,
que se abre y se cierra, se abre y se cierra.
Mi vagina es una flor, un tulipán excéntrico,
con el centro hondo y profundo,
aroma delicado y pétalos suaves
pero resistentes".

A Eve Ensler, darle las gracias por tener el valor de gritar la palabra Vagina por todo el mundo, por tener la sabiduría necesaria para entrevistar a 200 mujeres y plasmarlo en un libro para todos, por enseñarnos cúal es nuestro mundo y enseñarnos a quererlo y disfrutarlo.

A Maite Merino y Paloma Catalán, gracias también por llevar esta obra por los teatros de España, cinco años ya, dándolo todo en el escenario, cambiando de registro como sí nada, sintiéndo lo que dicen, haciéndonos sentir a los demás.

A vosotros, recomendaros que no dejéis pasar la oportunidad de verla y en todo caso de leer este libro, de conocernos, no sólo por fuera, también por la Vagina.

Un beso.
miércoles, agosto 03, 2005

La frase...

Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor.

Rabindranath Tagore

Un beso.

Me lo piden y lo pongo...

Creo que te voy a dejar...(Bueno no lo sé)


-¿Qué te pasa?

-Nada

-Si te pasa algo, estás raro.

-Nada no me pasa nada.

-Si te pasa algo y no me lo quieres contar, ¿es que ya no me quieres?


-Bueno, si…………………. no se.

-Como que no sabes, es que no me quieres creo que seria mejor que lo dejáramos.

-Si te quiero, bueno, quizás, no lo sé.

-Lo dejamos es lo mejor, cuando te aclares vuelve.

-Ya pero podríamos seguir viéndonos para follar, ¿no?


Daniel.
martes, agosto 02, 2005

Paradojas...

Me gustaría que esto fuese otra sección de mi blog, así la consideraré yo, más paradojas vendrán, aunque no pueda poner un link en la derecha de este blog para llegar a todas ellas, ahí estarán...

Fue el sábado noche, nos habíamos acercado a Santander para disfrutar de una noche de teatro, eso será otro cantar...mejor dicho será el próximo posteo que haga.

Fuímos un par de horas antes, el teatro empezaba a las 22,30, una hora muy mala, no puedes cenar tranquilo y tampoco debes ir con el estómago vacio, se escucharían más los ruídos de las tripas que los aplausos del público.

Nos entretuvimos en eso, unos vinos y unos pinchos, la nueva moda para joder 50€ en una hora y quedarte como estabas antes, pero sin dinero.

Yendo de un bar a otro pasamos por la Plaza del Pombo, conocida por todos, lo sé. Allí estaba empezando su actuación Barjot, un escapista uruguayo.


Rómpelas



Todo un espectáculo, ya que no se podría decir que era todo un escapista, considerando todos que aquello era muy sencillo, sí ya, me gustaría verlos en su lugar.

Mi cuñada no soportaba el evento, le disgutan terriblemente los acentos de aquellos lares, mi cuñado ni fú ni fa, no aguanta quieto mucho tiempo en el mismo lugar, así que no paraba. En cambio Q. y yo nos quedamos a verlo, además Barjot no sería bueno contando chistes, ni escapando de su cuerda, pero era buenísimo para sacar rentabilidad a su espectáculo y de nosotros ya la había obtenido.

Mi paradoja era él, Barjot, un tipo más bien soso, normal y corriente, como puede ser cualquiera, pidiendo que le aten, que le amarren fuerte para luego evadirse de sus ataduras.

Cualquiera de nosotros tenemos miles de ellas, miles de ataduras, pero a diferencia de Barjot no las hemos pedido en la mayoría de los casos, al menos ninguno de nosotros buscaba que fuesen ataduras.

Barjot no las tiene, al menos no se las conocemos, él las busca, pero claro, con esa seguridad que te da el saber que sólo estarán contigo por un tiempo, por un corto tiempo.

Los demás sin darnos cuenta nos vamos poniendo poco a poco las cadenas, las ataduras, y cada uno se pone las suyas. No todas te dan la sensación de presión pero al final todas acaban dándote la sensación de prisión.

A veces rompemos con algunas, o mejor dicho, nos liberamos de alguna de ellas, pero siempre volvemos a poner otra más, o será que simplemente las sustituímos por otras.

Si os miráis bien, despacito y sin miedo, las podeis ver, podeis saber cúal es cúal, cúal quereis que siga con vosotros, cúal teneis que cortar, cúal os ahoga y cúal estará con vosotros de por vida.

Sé de cúales me quiero librar, no sé cúales añadiré a mi vida, alguna más caerá, pero lo único que necesito es que las que yo quiero que me acompañen por siempre me den fuerzas para librarme de las primeras...

Un beso.
lunes, agosto 01, 2005

Es tu lengua...

CINTA ABISMAL

Es tu lengua
acierto de vigilia
dejándose llevar
por el lascivo
inquieto
travieso
viento moreno
de mis muslos

Hebra de agua tibia
descubriendo
mis pechos despiertos
piruetea con la gana
que el espejo refleja
en una marejada
de pulsos agitados

Lápiz de filo diligente
perfilando mi abertura
que se explaya
enardece
y grita
soltando su vena
salpicando los sentidos

Voluntad de labios
sometiendo
labios a su voluntad

Anzuelo que pesca
sujeta
y
vuela
con mi carne

al punto preciso

donde el resuello
dice
que termina
y
la quietud
clama
por nacer



Dina Posada
ecoestadistica.com