¿El amor se aprende...?
Sí, lo he leído en una revista, de éstas que te añaden al periódico los fines de semana para que te creas que llevas algo importante, qué es mejor que el de cualquier otro día aunque traiga la mitad de páginas...
Dicen que aprendemos a amar igual que aprendemos a vivir, nadie nace aprendido.
O sea, que nuestros afectos, aquellos que vamos a dar y los que seamos capaces de recibir, en gran parte dependen de los que aprendimos de pequeños, de los que nos rodeaban, y encima todo esto de forma inconsciente.
No es que aprendamos a besar por ver como se besaban nuestros padres, más bien es que tendremos una tendencia a besar más o menos según lo vimos en nuestra casa, tendremos tendencia a los abrazos o caricias sí eran habituales a nuestro alrededor y al contrario, rechazaremos el afecto de los otros sí nos faltó en la infancia.
Supongamos que todos hemos aprendido a estimarnos y a sentirnos con derecho a ser amados, a partir de aquí abandonamos nuestros primeros amores(nuestros padres)y buscamos nuestros encuentros amorosos con otras personas.
Y aquí es cuando llega lo bueno, encontrar a quien amar, ya ni te cuento si encima quieres coincidir con quien te ame a ti. Llega la época de cambios, de cesiones, de luchas, de entregas...
Viene lo mejor, y lo pongo literal, me ha gustado la frase... "Eso que llamamos amor se teje entre el otro y yo, entre la ilusión y la realidad, entre la unión y la diferencia. Tolerar que la pareja no se adapte a lo que pedimos y aceptar que no podemos responder a lo que nos demanda es haber aprendido a querernos como seres humanos"
Viene por ahí un psícologo que dice que todas las formas de amor contienen cuatro elementos, al menos eso cree Erich Fromm...
El cuidado. El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos. Si no cuidamos al otro, si no nos damos tiempo para estar con él/ella, es porque le queremos poco.
La responsabilidad. Implica la disposición de estar cuando el otro nos necesita. No tiene nada que ver con realizar un deber, sino con un deseo interno que nos hace responder a las necesidades de aquél al que amamos.
El respeto. Significa tener conciencia de la individualidad del otro y apoyarle en su desarrollo: no pedir que sea como uno necesita que sea, sino quererle como es. El respeto sólo es posible si el que ama ha alcanzado la independencia y la maduración psicológica suficientes. Se tiene cuando se sabe defender el espacio propio.
La libertad. El amor crece cuando dejamos libre al otro, cuando no intentamos dominarle o adaptarle a lo que nos conviene. El intento de someter a otro, aunque se disfrace de actitudes intransigentes y dominantes, sólo esconde una dependencia que no queremos aceptar.
Yo creo que aprendí a amar, seguro que aprendí de mi madre, las muestras de cariño en mi padre fueron siempre muy escasas, lo mismo me pasa a mí ahora con él, pero si estoy segura de que con mi madre aprendí lo fundamental para amar, y luego con Q. pude aprender que la vida no es un bolero, pero que bailamos juntos...
¿Y tú, aprendiste a amar?...
Un beso.
Dicen que aprendemos a amar igual que aprendemos a vivir, nadie nace aprendido.
O sea, que nuestros afectos, aquellos que vamos a dar y los que seamos capaces de recibir, en gran parte dependen de los que aprendimos de pequeños, de los que nos rodeaban, y encima todo esto de forma inconsciente.
No es que aprendamos a besar por ver como se besaban nuestros padres, más bien es que tendremos una tendencia a besar más o menos según lo vimos en nuestra casa, tendremos tendencia a los abrazos o caricias sí eran habituales a nuestro alrededor y al contrario, rechazaremos el afecto de los otros sí nos faltó en la infancia.
Supongamos que todos hemos aprendido a estimarnos y a sentirnos con derecho a ser amados, a partir de aquí abandonamos nuestros primeros amores(nuestros padres)y buscamos nuestros encuentros amorosos con otras personas.
Y aquí es cuando llega lo bueno, encontrar a quien amar, ya ni te cuento si encima quieres coincidir con quien te ame a ti. Llega la época de cambios, de cesiones, de luchas, de entregas...
Viene lo mejor, y lo pongo literal, me ha gustado la frase... "Eso que llamamos amor se teje entre el otro y yo, entre la ilusión y la realidad, entre la unión y la diferencia. Tolerar que la pareja no se adapte a lo que pedimos y aceptar que no podemos responder a lo que nos demanda es haber aprendido a querernos como seres humanos"
Viene por ahí un psícologo que dice que todas las formas de amor contienen cuatro elementos, al menos eso cree Erich Fromm...
El cuidado. El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos. Si no cuidamos al otro, si no nos damos tiempo para estar con él/ella, es porque le queremos poco.
La responsabilidad. Implica la disposición de estar cuando el otro nos necesita. No tiene nada que ver con realizar un deber, sino con un deseo interno que nos hace responder a las necesidades de aquél al que amamos.
El respeto. Significa tener conciencia de la individualidad del otro y apoyarle en su desarrollo: no pedir que sea como uno necesita que sea, sino quererle como es. El respeto sólo es posible si el que ama ha alcanzado la independencia y la maduración psicológica suficientes. Se tiene cuando se sabe defender el espacio propio.
La libertad. El amor crece cuando dejamos libre al otro, cuando no intentamos dominarle o adaptarle a lo que nos conviene. El intento de someter a otro, aunque se disfrace de actitudes intransigentes y dominantes, sólo esconde una dependencia que no queremos aceptar.
Yo creo que aprendí a amar, seguro que aprendí de mi madre, las muestras de cariño en mi padre fueron siempre muy escasas, lo mismo me pasa a mí ahora con él, pero si estoy segura de que con mi madre aprendí lo fundamental para amar, y luego con Q. pude aprender que la vida no es un bolero, pero que bailamos juntos...
¿Y tú, aprendiste a amar?...
Un beso.
8 Sonrisas:
Todavía no hemos aprendido a dar una definición completa de qué es el amor.
El amor es algo que nace con nosotros, nos acerca o nos une a las cosas o las personas que encajan o se complementan con nosotros, a veces, tanto como el precipicio a quien padece de vértigo.
El amor tampoco se olvida, se va perdiendo cuando esas extrañas razones te llenaron completamente o te las han arrebatado como a un niño que le quitan su juguete
Claro que se aprende, mi hada. Los niños no aman, son egoístas e interesados.
Algunos adultos también
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Respeto siempre, igualdad, cuidado y responsabilidad también pero lo de la libertad nunca se cumple...siempre se quiere absorber a la otra persona al máximo y privarle de muchas cosas (me baso en lo que veo a menudo)...otros/as aprovechan esa libertad en exceso...
No me queda a mi aprender todavía ni nada...aunque no estoy por la labor xD.
yo apredi a amar en las pelis de sifreddi, ahora reparto amor sin ton ni son.........
Eso que dices Tope, pasa mas a menudo de lo que pensamos. Nuestra total libertad roza, espalda contra espalda con la confianza plena. Eso hace crecer una relación fuerte. Cuando la confianza se rompe, se desmorona todo, por eso hay que saber parar a tiempo, en tu libertad.
Si la quieres, déjala libre, así sabrás si de verdad te quiere ella a tí.
Sigo estando en contra del artículo. Nosotros, los animales, amamos desde el primer momento y desde entonces, sabemos cómo corresponder cuando alguien nos sacia ese deseo vehemente. Pienso que las circustancias nos hacen olvidar cómo expresarlo.
Q.
Claro que se aprende a amar. Y se olvida.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
<< Home