Paradojas...
Otra paradoja más, ya avise que este apartado vendría a visitarle con frecuencia, quizás más de lo que quisiera.
Venía a contaros cómo disfruté el sábado noche en el teatro, mis ganas de teatro eran grandes, más de lo habitual, desde el Festival de Invierno de Torrelavega no había vuelto por una sala y mi alma lo notaba.
Debí contároslo antes, no hubiese ido en este apartado, bueno, tal vez sí, alguna paradoja se dió aquella noche.
Buena obra de teatro frente a un teatro casi vacio. Buenas actrices frente a un público apagado. Buena opción para un sábado noche frente a un precio excesivo.
La mayor de las paradojas, Los Monólogos de la Vagina, cuatro días de representación, el sábado casi vacio, no quiero ni pensar en el resto de los días, frente Desconcierto de Arturo Fernández, llenando los cuatro días y aún es más, dos días extras.
Para gustos los colores.
Paradoja que semejante obra no llene el teatro, deber ser que en Santander ya saben todo sobre la Vagina o peor aún, no les debe interesar.
Obvio decir que la mayoría del público era femenino, algunas no nos asusta la palabra Vagina, aunque no posea un sonido nada sensual la reconocemos como nuestra, nuestra parte más importante, por mucho que se empeñen en hacernos creer lo contrario.
Tal vez los hombres asistentes estén interesados en conocer, estoy segura de que muchos desconocen los resortes de este maravilloso mundo, tal vez fuesen simplemente por acompañar, como el susodicho, o tal vez simplementes fuesen como el cuñado que acabo durmiendo en la butaca.
La obra presenta una pequeña parte de los monólogos que aparecen en el libro, y en el escenario juegan con el diálogo en algunas ocasiones para hacerlo más ameno, directo, a veces para reírte otras para llorar.
El libro ya le conocía, pero tengo esa maravillosa mente olvidadiza para textos y películas, apenas recordaba nada más que aquella definición de Vagina que siempre me ha parecido la mejor de las posibles deficiones que se pueden hacer sobre algo tan maravilloso,desconocido, deseado, odiado, qué sé yo las miles de circunstancias que pueden rodear a la Vagina...
"Mi vagina es un caracol,
un tierno caracol rosado redondo,
que se abre y se cierra, se abre y se cierra.
Mi vagina es una flor, un tulipán excéntrico,
con el centro hondo y profundo,
aroma delicado y pétalos suaves
pero resistentes".
A Eve Ensler, darle las gracias por tener el valor de gritar la palabra Vagina por todo el mundo, por tener la sabiduría necesaria para entrevistar a 200 mujeres y plasmarlo en un libro para todos, por enseñarnos cúal es nuestro mundo y enseñarnos a quererlo y disfrutarlo.
A Maite Merino y Paloma Catalán, gracias también por llevar esta obra por los teatros de España, cinco años ya, dándolo todo en el escenario, cambiando de registro como sí nada, sintiéndo lo que dicen, haciéndonos sentir a los demás.
A vosotros, recomendaros que no dejéis pasar la oportunidad de verla y en todo caso de leer este libro, de conocernos, no sólo por fuera, también por la Vagina.
Un beso.
Venía a contaros cómo disfruté el sábado noche en el teatro, mis ganas de teatro eran grandes, más de lo habitual, desde el Festival de Invierno de Torrelavega no había vuelto por una sala y mi alma lo notaba.
Debí contároslo antes, no hubiese ido en este apartado, bueno, tal vez sí, alguna paradoja se dió aquella noche.
Buena obra de teatro frente a un teatro casi vacio. Buenas actrices frente a un público apagado. Buena opción para un sábado noche frente a un precio excesivo.
La mayor de las paradojas, Los Monólogos de la Vagina, cuatro días de representación, el sábado casi vacio, no quiero ni pensar en el resto de los días, frente Desconcierto de Arturo Fernández, llenando los cuatro días y aún es más, dos días extras.
Para gustos los colores.
Paradoja que semejante obra no llene el teatro, deber ser que en Santander ya saben todo sobre la Vagina o peor aún, no les debe interesar.
Obvio decir que la mayoría del público era femenino, algunas no nos asusta la palabra Vagina, aunque no posea un sonido nada sensual la reconocemos como nuestra, nuestra parte más importante, por mucho que se empeñen en hacernos creer lo contrario.
Tal vez los hombres asistentes estén interesados en conocer, estoy segura de que muchos desconocen los resortes de este maravilloso mundo, tal vez fuesen simplemente por acompañar, como el susodicho, o tal vez simplementes fuesen como el cuñado que acabo durmiendo en la butaca.
La obra presenta una pequeña parte de los monólogos que aparecen en el libro, y en el escenario juegan con el diálogo en algunas ocasiones para hacerlo más ameno, directo, a veces para reírte otras para llorar.
El libro ya le conocía, pero tengo esa maravillosa mente olvidadiza para textos y películas, apenas recordaba nada más que aquella definición de Vagina que siempre me ha parecido la mejor de las posibles deficiones que se pueden hacer sobre algo tan maravilloso,desconocido, deseado, odiado, qué sé yo las miles de circunstancias que pueden rodear a la Vagina...
"Mi vagina es un caracol,
un tierno caracol rosado redondo,
que se abre y se cierra, se abre y se cierra.
Mi vagina es una flor, un tulipán excéntrico,
con el centro hondo y profundo,
aroma delicado y pétalos suaves
pero resistentes".
A Eve Ensler, darle las gracias por tener el valor de gritar la palabra Vagina por todo el mundo, por tener la sabiduría necesaria para entrevistar a 200 mujeres y plasmarlo en un libro para todos, por enseñarnos cúal es nuestro mundo y enseñarnos a quererlo y disfrutarlo.
A Maite Merino y Paloma Catalán, gracias también por llevar esta obra por los teatros de España, cinco años ya, dándolo todo en el escenario, cambiando de registro como sí nada, sintiéndo lo que dicen, haciéndonos sentir a los demás.
A vosotros, recomendaros que no dejéis pasar la oportunidad de verla y en todo caso de leer este libro, de conocernos, no sólo por fuera, también por la Vagina.
Un beso.
2 Sonrisas:
La vagina es el paradigma de la complejidad de la mujer. Nosotros somos más simples, como nuestro pene que es un cilidro que funciona como un émbolo. Me encanta al vagina. Me encantan las cosas complejas. Por eso prefiero los borgoñas a los vinos facilones modernos.
En realidad los hombres (y las mujeres) pensamos en vuestras vaginas, mas de lo que te hace suponer un teatro medio lleno (siempre positivo).
De hecho es uno de los pensamientos que mas tiempo nos ocupa la cabeza, opiáceos del pueblo aparte. Y es que los hombres, enseguida nos ponemos de acuerdo en el momento en que atisbamos unas curvas de mujer, acercándose, agitándose sus pechos al caminar, queriendo escaparse de su prisión. Tiemblan con firmeza sus muslos a cada paso, seguido de la sinuosa caida de sus caderas y ya comienzas a ver sus boca, fresca, se entreabre para decirte algo. Algo que te llevará sin duda al punto en cuestión que estamos tratando, la vagina.
Pero eso es algo que piensan los demás hombres, yo sólo pienso en tí, Mi amor.
El susodicho.
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