viernes, abril 29, 2005

Ya que el Pisuerga pasa por Valladolid...

Aprovechando el tema del anterior escrito y recordando una pregunta que me hizo Alberto en unos de sus obligados comentarios.

Esto que escribo ahora también me sirve a mí para poder aclararme, este mundo le veo mucho más clarito cuando lo paso a letras, aunque las tengas que leer con fondo negro y letra blanca, algo que sé que molesta y a algunos les sirve de excusa para decirme que no me leen con frecuencia, aunque siendo Hugo él que me lo advierte así, le disculparemos gracias a los comentarios que deja cuando se pasa por aquí.

Quisiera llegar a explicar y si es posible entender eso que llaman AMOR DE MADRE, algo que todos entendemos como incondicional e intrínsecamente unido a una madre y un hijo.

Sé que ese amor existe, yo lo vivo desde hace tiempo, pero no consigo entender que sea diferente al amor que Q. pueda sentir hacia nuestras hijas.

La unión que existe entre una madre y su hijo todos sabemos que comienza mucho antes de su nacimiento, pero esa unión no la podría yo definir como amor. Recuerdo el nacimiento de primera hija A., me resultaba imposible dejar de mirarla, pero no sentía el amor que hoy en día siento por ella. El amor no se puede imponer en ningún caso, ni siquiera en una madre. Tus primeros sentimientos, además de estar invadida por una satisfacción que llega a todos los poros de tu piel, son de miedo.

Miedo a lo desconocido, a la duda, al pensar sí sabrás como actuar, sí estarás cuando te necesite, cómo vas a saber cuando te necesita, pero yo creo que el mayor temor de una madre cuando trae un hijo al mundo es pensar sí este hijo me querrá como madre.¿Serás capaz de estar a su altura?.

Esta personita viene al mundo dependiendo totalmente de ti. Al nacer no es capaz ni de diferenciarte a ti como madre y al resto del mundo. Al principio, sólo tiene dos sensaciones claras, eres su fuente de calor y alimento. Ni siquiera te separa, eres un todo para él/ella.

Poco a poco te ve a ti, ve tu fuente de alimento para su vida, tu pecho, ve tu sonrisa cuando mama bien, sabe que le coges en brazos cuando llora, qué sonríes cuando se mueve.Todos estos detalles los van almacenando y se dan cuenta de que simplemente le amas por estar ahí, por ser quien es. No hace falta nada más. Tú eres su seguridad y su satisfacción. Esto es un amor incondicional.

Este amor tiene un bien y un mal: es incondicional y como tal no necesitan procurárselo, les viene dado; pero por este mismo motivo, sí no existe, no hay forma de crearlo, es decir, sí una madre no ama a su hijo de esta forma, esto nunca cambiará.

Tendemos a diferenciarlo del amor paternal, creo que esto está cambiando día a día. Yo por lo menos lo he visto en Q.. Obviamente en sus primeros meses de vida él no podía darles esos sentimientos a sus hijas, sólo puede hacerlo una madre, pero a partir de ahí yo no lo encuentro diferente.

Dicen los entendidos en esto,que al aparecer la propiedad privada, los padres tendieron a escoger entre sus hijos al que mejores condiciones tenía para heredar sus bienes y esto hacia que el amor del padre fuese condicionado.

Condicionado a unos resultados de actitudes de sus hijos, sobre todo la obediencia y el desarrollo de todas sus virtudes, que demostrasen que merecían su amor. Pero este es un sentimiento que yo también llevo dentro, intento que mis hijas se den cuenta de que si ellas son buenas, mamá es buena, no las quiero por que sí. Pero claro, esto es una cosa que mamá dice y luego se tiene que tragar, siempre cede.

Siempre se ha asociado el amor materno con la seguridad, inculcar el amor a la vida, mientras el amor paterno se asocia a la enseñanza, al ser la guía en el camino, ayuda en solventar las dificultades de la vida.

Algo así como sí el amor de la madre te enseñase a amar y el amor de padre te enseñase a pensar. Unidos estos dos se daría un desarrollo perfecto en la persona si están equilibrados, pero esto no es más que pura teoría, además creo que incluso anticuada.

Yo intento inculcar en mis hijas los mismos valores que intenta su padre, yo le doy los mismos cuidados que su padre día a día, yo me desvelo por las noches tanto o incluso menos que su padre, al cúal nunca tendré forma de agradecerle lo suficiente las noches de hospital que sufrió junto a M. nuestra pequeña.

O sea que por más que intento aclararme y separarlos, no puedo. Quizás yo les serví de casa, de refugio, de mar y de océano, hasta llegar a este mundo y en sus primeros meses de vida. Quizás esto me dé una unión especial hacia ellas, pero sigo pensando que el amor de Q. es tan incondicional como el mío...

¿Alguien me entiende o me puede ayudar a entenderme?

Un beso.

2 Sonrisas:

Blogger Toperro dijo...

Ya me ha quedado más claro el asunto. Lo de "obligados comentarios" te ha quedado bien jajaja.

30/4/05 11:32  
Blogger Miada dijo...

Estaré encantada de leer tus comentarios y tu propio blog...eso sí, las preguntas y los detalles a Toperro por favor...él es el creador de este blog...;) yo solo me ocupo de poner las letras a las canciones...
Gracias...
Un beso.

1/5/05 00:36  

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