London Calling...
No, no estoy copiando esa curiosa costumbre que tiene Hugo, es lo que ha provocado este escrito, una buenísima canción...
El lunes pasado tuve por fin la oportunidad de ver Billy Elliot, lo sé, voy un poco atrasada con las películas, pero es lo que tiene el dedicarle tiempo a Monstruos S.A., En busca de Nemo, La cenicienta...son las cosas de la edad.
Bueno, disfruté con la película, disfruté con la historia, los personajes, las imágenes de esa Inglaterra en plena crisis.Me encontré agradablemente con un post, si en ese foro de siempre, Tiempo muerto, dónde dejo parte de mi tiempo, pero de muerto nada, bueno este post comentaba más detalles de la banda sonora, estupenda,¿verdad?.
Aquí, como habéis visto salen a relucir dos estupendas canciones, pero sobre todo a mí me llamó la atención el London Calling, por lo que me gustan The Clash y por el fondo de esa canción: una persecución de los antidisturbios a los mineros en huelga.
Estos son detalles secundarios de una película que habla de un niño luchando por su sueño, yendo en contra de todos. El ideal de cualquiera, conseguir lo que quieres aun mejor si es añadiendo tu lucha contra todos, pero no todos somos capaces de poner lo necesario, por eso no todos podemos ser Billy Elliot, aunque lo tengamos dentro, hacen falta...si eso mismo que estáis pensando.
Ya me desvíe del tema, a mí se me quedaron tres cosas en la mente cuando terminó la peli: una niña pasando un palo por los escudos de una fila de antidisturbios sin inmutarse lo más mínimo, cómo si formasen parte de su vida, unos ladrillos más;las imágenes de los bobbies persiguiendo, pegando y humillando a los mineros;y la cara de resignación cuando todo terminó y los mineros bajaban de nuevo a la mina...
Esas caras de resignación las había visto en muchos obreros de aquí. No recordaba los hechos acontecidos hará ya unos 11 años, aquí en Torrelavega, pero charlando en el rato del café un amigo me comentó que me había visto en el video conmemorativo del encierro de Snice.
-Te he visto en el video de Sniace-
-Si, pues no sabía que yo aparecía por ahí-
-¿Qué estaba tu padre dentro?-
-No, la verdad es que yo no tenía a nadie dentro-
Realmente era así, no tenía ningún familiar sufriendo aquel encierro que duró 48 días, pero tenía a la mitad de mis vecinos dentro, tenía un pueblo entero quedándose en la miseria por la parada de una fábrica que podía dar alrededor de 1.500 empleos entre directos e indirectos, y sobre todo tenía la obligación de estar allí,¿quién no iba a estar apoyando a esta gente?...
Yo por aquel entonces no trabajaba, estaba preparando unas oposiciones, así que tenía todo el tiempo y ninguna escusa para poder acudir a todas las manifestaciones, dónde el 80% eran mujeres de trabajadores y el otro 20% éramos jóvenes intentando luchar por un futuro nada claro.
Recuerdo pasar bastante miedo en aquellas concentraciones, al principio no pasaba nada, al ser casi todo mujeres no había mucho que controlar, pero las cosas con el paso de los días se fueron calentando poco a poco en ambos lados.
Llegamos a tener tres enfrentamientos directos con los antidisturbios, por supuesto no eran de Cantabria, venían de Asturias y del País Vasco, yo tuve suerte, nunca me llegaron a coger, pero recuerdo como sí fuera hoy el miedo que te producía tenerlos delante a unos metros de tu cara y deseando ir a por ti.
No se me olvidan dos de ellos, uno por grande y cara de pocos amigos, y otra por ser una mujer, me costaba creer que una chica estuviese en ese trabajo, cosas que tiene la vida y la igualdad...
El peor de todos los ataques le sufrímos en Torrelavega, ni sé el número de antidisturbios que desembarcaron aquí, pero sé que mis amigos y yo no habíamos corrido tanto ni en toda la época del cole. No todos corrimos la misma suerte, alguno de mis amigos sufrió las puñeteras pelotas, nada que ver con mis bolitas, y algo así te deja un recuerdo bien grabado de ellos.
Bueno, que no paro de desviarme, esas caras de resignación, las que ví en la película, las volví a ver en los trabajadores de Sniace, no cuando acabó el encierro, que todo era fiesta y alegría por fuera, a pesar de toda la tristeza y misería que llevarían dentro, la ví cuando volvieron a entrar por aquella puerta, cuando volvieron a dejar sus vidas en aquella fábrica, les faltaba la alegría, sabían que eso era pan para hoy y hambre para mañana...
Un beso.
El lunes pasado tuve por fin la oportunidad de ver Billy Elliot, lo sé, voy un poco atrasada con las películas, pero es lo que tiene el dedicarle tiempo a Monstruos S.A., En busca de Nemo, La cenicienta...son las cosas de la edad.
Bueno, disfruté con la película, disfruté con la historia, los personajes, las imágenes de esa Inglaterra en plena crisis.Me encontré agradablemente con un post, si en ese foro de siempre, Tiempo muerto, dónde dejo parte de mi tiempo, pero de muerto nada, bueno este post comentaba más detalles de la banda sonora, estupenda,¿verdad?.
Aquí, como habéis visto salen a relucir dos estupendas canciones, pero sobre todo a mí me llamó la atención el London Calling, por lo que me gustan The Clash y por el fondo de esa canción: una persecución de los antidisturbios a los mineros en huelga.
Estos son detalles secundarios de una película que habla de un niño luchando por su sueño, yendo en contra de todos. El ideal de cualquiera, conseguir lo que quieres aun mejor si es añadiendo tu lucha contra todos, pero no todos somos capaces de poner lo necesario, por eso no todos podemos ser Billy Elliot, aunque lo tengamos dentro, hacen falta...si eso mismo que estáis pensando.
Ya me desvíe del tema, a mí se me quedaron tres cosas en la mente cuando terminó la peli: una niña pasando un palo por los escudos de una fila de antidisturbios sin inmutarse lo más mínimo, cómo si formasen parte de su vida, unos ladrillos más;las imágenes de los bobbies persiguiendo, pegando y humillando a los mineros;y la cara de resignación cuando todo terminó y los mineros bajaban de nuevo a la mina...
Esas caras de resignación las había visto en muchos obreros de aquí. No recordaba los hechos acontecidos hará ya unos 11 años, aquí en Torrelavega, pero charlando en el rato del café un amigo me comentó que me había visto en el video conmemorativo del encierro de Snice.
-Te he visto en el video de Sniace-
-Si, pues no sabía que yo aparecía por ahí-
-¿Qué estaba tu padre dentro?-
-No, la verdad es que yo no tenía a nadie dentro-
Realmente era así, no tenía ningún familiar sufriendo aquel encierro que duró 48 días, pero tenía a la mitad de mis vecinos dentro, tenía un pueblo entero quedándose en la miseria por la parada de una fábrica que podía dar alrededor de 1.500 empleos entre directos e indirectos, y sobre todo tenía la obligación de estar allí,¿quién no iba a estar apoyando a esta gente?...
Yo por aquel entonces no trabajaba, estaba preparando unas oposiciones, así que tenía todo el tiempo y ninguna escusa para poder acudir a todas las manifestaciones, dónde el 80% eran mujeres de trabajadores y el otro 20% éramos jóvenes intentando luchar por un futuro nada claro.
Recuerdo pasar bastante miedo en aquellas concentraciones, al principio no pasaba nada, al ser casi todo mujeres no había mucho que controlar, pero las cosas con el paso de los días se fueron calentando poco a poco en ambos lados.
Llegamos a tener tres enfrentamientos directos con los antidisturbios, por supuesto no eran de Cantabria, venían de Asturias y del País Vasco, yo tuve suerte, nunca me llegaron a coger, pero recuerdo como sí fuera hoy el miedo que te producía tenerlos delante a unos metros de tu cara y deseando ir a por ti.
No se me olvidan dos de ellos, uno por grande y cara de pocos amigos, y otra por ser una mujer, me costaba creer que una chica estuviese en ese trabajo, cosas que tiene la vida y la igualdad...
El peor de todos los ataques le sufrímos en Torrelavega, ni sé el número de antidisturbios que desembarcaron aquí, pero sé que mis amigos y yo no habíamos corrido tanto ni en toda la época del cole. No todos corrimos la misma suerte, alguno de mis amigos sufrió las puñeteras pelotas, nada que ver con mis bolitas, y algo así te deja un recuerdo bien grabado de ellos.
Bueno, que no paro de desviarme, esas caras de resignación, las que ví en la película, las volví a ver en los trabajadores de Sniace, no cuando acabó el encierro, que todo era fiesta y alegría por fuera, a pesar de toda la tristeza y misería que llevarían dentro, la ví cuando volvieron a entrar por aquella puerta, cuando volvieron a dejar sus vidas en aquella fábrica, les faltaba la alegría, sabían que eso era pan para hoy y hambre para mañana...
Un beso.
3 Sonrisas:
Pues a lo tonto te has ganado mi respeto :D
Joder, que The Clash es uno de mis más favoritos. Pero no hablo mucho de música, que me pegarán los anti pedantes :(
Nada, buen gusto buen gusto.
Mira que las pasaron puñetas los ingleses con cierta dama a la que no le faltaba hierro. Aún así, si quieres un toque más cómico mírate La Cuadrilla, Ken Loach a la dirección.
Sobre las maniobras de los antidisturbios podría hacerse un post aparte.
Si la señora Thatcher es todo un personaje...se quería cargar todo el estado de bienestar la muy cabrona y se inventó una guerra contra Argentina para ganar las elecciones ¬¬
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