miércoles, abril 26, 2006

CC me invitó...

Hace un tiempo que mi amiga del otro lado del charco me mandó este email. Sé que para ellos el "Mate" es algo especial y así recibí yo el escrito de CC. Pero al terminar su lectura me quedé extrañada, decía de mandárselo a alguien con el que hayas compartido el mismo, y por desgracia hasta ahora no tuvimos esa oportunidad.

Volvía a escribirla y con suma delicadeza agradecí y pregunté por su deliz, por su confusión al enviármelo a mí. Su respuesta fue clara, "...todavía no, pero ya tomaremos...". Eso queda prometido, amiga.


Tomamos unos mates?" ...de Lalo Mir en el programa "Lalo Bla Bla"
Radio Mitre
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El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la
boca.

Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga
sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.

El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace
conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es "hola" y la
segunda "¿unos mates?".

Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los
pobres.

Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres
serios o inmaduros.

Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes
mientras estudian o se drogan.

Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni
echarse en cara.

Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en
invierno.

Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los
buenos y los malos.

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo
das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un
orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar
mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años,
elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de
naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.

Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La
gente pregunta, cuando no hay confianza: "¿Dulce o amargo?". El otro
responde: "Como tomes vos".

Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba.

La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre.
Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con
cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no
hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a
nadie.

Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser
un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos
de los padres.

Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar
por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque
sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate
sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que
tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo:
pero no es un día cualquiera.

Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera
vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada
uno. Por adentro hay revoluciones.

El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de
valores...

Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es
buena. La charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás
mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!".
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar estúpidamente, "¿está caliente, no?".
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por no.
Es la obligación de decir "gracias", al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores
pretensiones que compartir.

¿TE SENTISTE INCLUIDO?.... compartilo entonces con quienes alguna
vez tomaste un mate...

Un beso.

8 Sonrisas:

Anonymous Anónimo dijo...

Asì es... gracias por este post.

27/4/06 00:05  
Blogger PacoelFlaco dijo...

Lo de Argentina sorprende porque todo el mundo toma mate, pero lo de Uruguay ya es el colmo. La gente va por la calle con un termo con mate debajo del brazo!!

Está rico. Yo lo tomo a diario. Además, dicen que adelgaza...

Y sin azúcar...

27/4/06 16:22  
Blogger Miada dijo...

De nada Peca...

Memmoch, tienes razón, deberíamos ir a probarlo en vivo.

Flaco, eso es algo que a mí me llamó mucho la atención, sabía del poder del "mate" en Argentina pero cuando vi aquí a uruguayos tomando mate en el parque a todas horas flipe...
¿Adelgaza...?

Un beso.

27/4/06 16:41  
Blogger aguantísimo dijo...

dios, estás aburrídisima eh. Me acuerdo de un comentario sobre amas de casa y el fenómeno del blog.

La verdad es que primero no daba crédito, ahora sigo sin dar crédito. Pero por otros motivos.

27/4/06 18:19  
Blogger Isthar dijo...

Espero poder comparti este escrito añgún día con personas de las que sólo me separa la distancia física :)

27/4/06 20:24  
Anonymous Anónimo dijo...

Compartir, tomar algo y conversar, tranquila y largamente para eso se inventó el mate. Abrazarse, caminar y compartir, eso es el tango. Recordadme que pregunte a mi madre si algun porteño se le cruzó hace tiempo...me gusta tanto

28/4/06 13:52  
Blogger Unknown dijo...

Tomo mate todo el tiempo...

...se me cayó una lágrima leyendo este post...

Besos...

30/4/06 13:27  
Blogger Serge dijo...

Primero que nada, saludos desde México, me gustó tu manera de escribir. Hace tiempo cuando me lo presentaron, al mate, se me hizo muy a amargo, es completamente cierto que insita a la platica, pero le econtré el gusto y ya no lo dejo por nada, aunque aqui en México no es muy usual.Muchas felicidades y te seguiré leyendo... Un abrazo.

6/5/07 11:38  

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