Otro trabajo de anónimo...
Situémonos allí, sólo por unos momentos, en la antigua Grecia, Sócrates era famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos...
Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?.
Espera un minuto -replicó Sócrates-. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen.
Yo lo llamo el examen del triple filtro.
¿Triple filtro?.
Correcto -continuó Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir, es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.
El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?.
No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y...
Está bien -dijo Sócrates-. Entonces realmente no sabes si es cierto o no.
Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?.
No, por el contrario...
Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.
Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad.
¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?.
No, la verdad es que no.
Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo?.
Un beso.
9 Sonrisas:
Más de una vez había oído esta historia... Y no me sorprendió demasiado. Quizá por que no me interese la gente. Quizá porque no me importa lo que me digan, porque siempre quiero saberlo por mi propia experiencia.
Desde mi punto de vista Sócrates es un idealista romanticón. Lo cual, no me parece malo ;-)
bah, apareciendo tontócrates de primeras ya pierde todo su interés y encanto.
ya lo conocía, ojalá antes de hablar aplicásemos más a menudo ese triple filtro...el mundo funcionaría mejor...en fin, besitos guapa
A mí simplemente no me gusta oir algo malo de alguien que no está. Quizás porque odio pensar que me lo hagan a mí. Quizás porque sé que lo han hecho conmigo. Quizás.
una pena lo del mundial 82, junto a zico era de los mejores del mundo
¿y garrincha aún jugaba?
Pues yo no había escuchado nunca la historia y me ha gustado mucho.
Un saludo
Así te van las cosas, gustándote Sócrates.
Me la apunto, esta de Sócrates me la apunto en mi agenda hasta que me la aprenda, es buenísima y la tengo que aplicar y divulgar. A ti un besazo enorme por regalarnos estas cosas.
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