La frase...
Todos quieren la paz, y para asegurarla, fabrican más armas que nunca.
Antonio Mingote.
Un beso.
Antonio Mingote.
Un beso.
Etiquetas: Frases...
compartido por Miada sobre las
1:12 p. m.
miércoles, febrero 21, 2007
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Este espacio es mío y es para todos....para dejar mis paranoias y desvaríos...y para que podáis dejar los vuestros cuando queráis...
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tiene cojones la absurda realidad, pero de verdad, así como se escribe, con las excusas de "vaya que..." cuando no fueron los rusos, fueron los arabes y luego serán los chinos (seguro, seguro...)
una pena, la verdad, una pena...
un besito... y viva la paz, aunque sea la que creemos en nuestro entorno.
Contradicciones de la vida que uno nunca acaba de entender..
"Para conseguir la paz no tenemos más remedio que ir a la guerra". La frase más repetida en las declaraciones de guerra. Tócate los c... Para con seguir la paz lo que no hay que hacer es joder al prójimo.
Ví en una pintada en Cáceres la siguiente frase: "Ningún ejército defiende la paz" ¡qué cierto es!
Un beso
no te fies: los que dicen paz, paz y seguridad, en el fondo hablan de destrucción."dicen paz, paz, y no hay paz". y otra: "Cuando hablen de paz y seguridad, vendrá sobre ellos destrucción repentina, y no escaparán". Besos.
Como dice Isthar la vida y sus eternas contradicciones...
Besos
Olvido
Pero la paz no es el mejor negocio, y la guerra si, cruda realidad.
Esa es la clave, la pasta gansa. Buenas armas y buenos escudos. Negocio redondo.
Sin embargo el error nuestro es adorar al que tiene dinero. Aunque sospechemos su origen.
Mejor dicho aunque lo sepamos. La pasta tiene dueño y no hay mas que buscar al dueño. Pero se nos cae la baba de su estatus y solo queremos ser iguales.
Es que hay algunos que piensan que si quieres la paz te tienes que preparar para la guerra... aunque la verdad, como apunta por aquí más de uno, es que la guerra es todo un negocio... y claro, si se fabrican balas será para dispararlas, ¿no?
Sé que nunca conseguiremos la paz. Son muy grandes las ambiciones de los países. Qué pena.
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Ya lo decían los latinos: Si vis pacem, para bellum. También lo hacía Ortega y Gasset, quien en La España Invertebrada sostenía que nadie podía poner en duda que los grandes ejércitos, gracias a su poder intimidatorio, habían evitado más guerras de las que habían ocasionado. Y que es estúpida la negación de la violencia como elemento consustancial al ser humano.
Supongo que yo soy bastante más naif, soñador e idealista; impenitente optimista antropológico, quizás, no puedo evitar pensar que, como decía un gran profesor que tuve, si vis pacem, para pacem; y que, quién sabe, puede que la ausencia de fuerza militar sobre la Tierra no convertiría a este planeta en la anarquía, sino que la transformaría en un lugar en el que entenderse se convertiría en algo obligatorio. Pero, sobre todo, en un lugar más justo en el que millones de personas dejarían de morir por defender los intereses de las minorías que declaran las guerras y que -no casual, sino causalmente- raramente se pringan las manos de sangre, o pringan las manos de otros con la suya propia.
Pero, principalmente, resulta indecente pensar en lo que se podría hacer con todo el dinero empleado en acojonar al resto de los países (como ejemplo, un artículo publicado durante mi estancia en Inglaterra). Porque de eso se trata: de acojonar. Se gastan miles de millones de euros, dólares o libras en algo que se sabe positivamente que no se va a utilizar, en especial el armamento nuclear. Por cierto, siempre me he preguntado cómo se las apañarán los representantes de determinados países en la ONU y demás para exigir a los de terceros países que bajo ningún concepto fabriquen este tipo de armas, sin que se les escape la carcajada o se les caiga la cara de vergüenza. Tiene que ser realmente curioso.
El contrasentido....
Yo también me voy por la vena idealista, la pena es que por ahí vamos pocos...
Un beso.
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