miércoles, agosto 30, 2006

Audiograma, sin audio...

Escuela de Escritores y el programa Hoy por hoy de la Cadena SER os proponían durante este verano un concurso de microcuentos, dando como idea y base para el cuento un recuerdo de la radio, la música, la voz, la radio debían ser las que procurasen la idea central del microcuento.

Cada lunes se lanzaba un archivo sonoro y la gente a partir de ahí envíaba sus cuentos. Luego representantes de Escuela de Escritores escogían finalistas y ganadores, cada semana, así hasta este último lunes que proclamaron finalistas y ganador de todo el verano.

En otro momento os dejaré por aquí los premiados, y si puedo, creo que si, también os dejaré su audio, pero hoy os dejo el finalista de este pasado lunes, creo que es un texto que llegará al corazón de cualquiera y provocará lágrimas a más de uno.

El fragmento elegido para el audio era la carta de abdicación de Eduardo VIII.

"... Pero podéis creerme si os digo que me ha resultado imposible soportar la pesada carga de la responsabilidad y desempeñar mis funciones como Rey, en la forma en que desearía hacerlo, sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo. Deseo, asimismo, que sepáis que la decisión ha sido mía y sólo mía. Era una cuestión sobre la que debía juzgar únicamente por mí mismo..."

Éste es el microcuento que envió Elena Cebollero Prado.

Abre la boca

Abre, anda, abre la boca, no ves que tienes que comer... Qué bien te he peinado hoy, ¿eh?... Sé que te gusta... Y tú que decías que tenía manos de oso, menudo moño te he hecho... Abre, anda, abre la boca... Con sus horquillas y todo, y los de la bata blanca dicen que no te enteras. Qué sabrán ellos si soy yo el que te cuida y se que sonríes cuando algo te gusta... Abre, anda, abre la boca, que no me reconoces, que no vas a recuperar la memoria..., abre, anda, abre la boca, a mí me lo van a decir, a mí que llevo cuidándote seis... o son ya siete los años... Abre, anda, abre la boca.

Un beso.

5 Sonrisas:

Blogger Carolina dijo...

Que aterrador y triste debe ser olvidar los recuerdos pero que bonito, que aún así, no se olviden de quererte y de lo que has querido.
Una sonrisa

30/8/06 16:11  
Blogger Miada dijo...

Sí que debe ser aterrador, más que eso debe ser como la muerte en vida.
A mí lo que me llama la atención de este texto, además de su agradable dulzura, es la relación que establece la autora entre la abdicación a la Corona por amor y la abdicación de una vida por lo mismo...

Un beso.

30/8/06 16:49  
Blogger Lunaria dijo...

Sin duda el amor es lo que mueve al mundo.

Sentido texto el segundo, que me ha hecho revivir un espisodio de mi vida de hace un par de años. Mi tía cuidó a su esposo varios años de una enfermedad muy cruel como es el alzheimer. Yo supe lo mal que lo pasó hasta su muerte, y hoy día ella, cansada de esa lucha y con una depresión por la falta de su marido hace que no levante cabeza. Es imposible no sufrir de por vida si te falta tu otra mitad que te acompañó durante más de 50 años.

31/8/06 00:07  
Anonymous Anónimo dijo...

Muy hermoso el texto. El mayor sacrificio por amor es la renuncia a uno mismo. Veo más amor en el 2º caso.
un besuco

31/8/06 00:16  
Blogger PacoelFlaco dijo...

Uf... el alzheimer... una enfermedad que sufren todos menos el afectado...

1/9/06 09:33  

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