Nos conocimos...
Más allá, un poco más allá de esos veinte años atrás nos conocimos Q. y yo.
Fue un año y pico antes de juntar nuestras vidas. Por supuesto que ninguno de los dos imaginaba que aquello iba a llegar a pasar, y ahora no se te ocurra venir por aquí a afirmar lo contrario.
Era un día de primavera, abril ya se dejaba ver en los prados floridos, el calor ya provocaba la alteración de las hormonas, ya alteradas por si mismas en esta edad.O sea las chicas ya vestíamos ropita leve y los chicos ya iban babeando detrás de nosotras.
Pero claro, esta chiquilla no era ya muy normal entonces, mi ropita no tenía nada de leve, y eso que Mamá ya no influía en mi compras, ella era mucho más leve que yo. Recuerdo perfectamente la ropa que llevaba ese día, pantalón estilo hípica, es decir, ajustado de rodilla para abajo y con una amplia tela bombeada de rodilla para arriba, color fucsia, y una rebeca azul marino, bordada con florecitas de colores a más no poder.
Si no recuerdo mal, Q. llevaba vaqueros ajustados, jersey de algodón rojo y una playeras horribles.
Él a mí no me llamó excesivamente la atención, otro chico nuevo en la particular pensé, pero no, él sólo venía de visita. Eso debería hacer yo, ir sólo de visita, pero dado el aburrimiento en la época escolar iba a esas clases particulares para no estar sola toda la tarde.
Yo si le causé buena impresión a él. Tal y como siempre ha descrito el momento parece un anuncio de champú, ¿os acordáis de aquellos anuncios de Sunsilk, que una chica rubia corría entre las flores por los prados?, pues algo así fue nuestro encuentro.
Venía corriendo por una zona en obras, dónde estaban construyendo unos pisos y una pista poliderportiva. Al estar en plena construcción, el camino por dónde yo debía pasar estaba plagado de montañitas de arcilla, así que esa fue mi forma de aparecer, puro estilo anuncio, corriendo con el pelo moviéndose al viento, aparecía y desaparecía entre los montículos. Vaya debió ser una bonita escena.
Cruzamos las típicas presentaciones de chiquillos, que los estás deseando, sólo por darte un par de besos con alguien, sea quien sea. Estuvimos charlando y bromeando todos juntos, como siempre.
De repente, y no me explico por que, Q. me dió un azote en el culo. No sabía que yo no era como el resto de las chicas del grupo, encantadas con tales actuaciones, el efecto en mí era todo lo contrario. Recuerdo coger un pedrusco del suelo, y digo pedrusco, no cabía en mi mano, y perseguirle para lanzarselo, con intención de alcanzarle, no de derribarle.
Así fue nuestro primer encuentro. Físicamente no se me quedó grabado, por simpatía si que me impactó, y hubo algo que fue lo que más me atrajo de él, al final de la tarde me dí cuenta de que era el único chico de toda la pandilla con el que podías mantener una conversación sin que intentase tocarte los pechos o se lanzase a tu cuello.
Se ve que aprendió la lección a la primera.
Un beso.
Fue un año y pico antes de juntar nuestras vidas. Por supuesto que ninguno de los dos imaginaba que aquello iba a llegar a pasar, y ahora no se te ocurra venir por aquí a afirmar lo contrario.
Era un día de primavera, abril ya se dejaba ver en los prados floridos, el calor ya provocaba la alteración de las hormonas, ya alteradas por si mismas en esta edad.O sea las chicas ya vestíamos ropita leve y los chicos ya iban babeando detrás de nosotras.
Pero claro, esta chiquilla no era ya muy normal entonces, mi ropita no tenía nada de leve, y eso que Mamá ya no influía en mi compras, ella era mucho más leve que yo. Recuerdo perfectamente la ropa que llevaba ese día, pantalón estilo hípica, es decir, ajustado de rodilla para abajo y con una amplia tela bombeada de rodilla para arriba, color fucsia, y una rebeca azul marino, bordada con florecitas de colores a más no poder.
Si no recuerdo mal, Q. llevaba vaqueros ajustados, jersey de algodón rojo y una playeras horribles.
Él a mí no me llamó excesivamente la atención, otro chico nuevo en la particular pensé, pero no, él sólo venía de visita. Eso debería hacer yo, ir sólo de visita, pero dado el aburrimiento en la época escolar iba a esas clases particulares para no estar sola toda la tarde.
Yo si le causé buena impresión a él. Tal y como siempre ha descrito el momento parece un anuncio de champú, ¿os acordáis de aquellos anuncios de Sunsilk, que una chica rubia corría entre las flores por los prados?, pues algo así fue nuestro encuentro.
Venía corriendo por una zona en obras, dónde estaban construyendo unos pisos y una pista poliderportiva. Al estar en plena construcción, el camino por dónde yo debía pasar estaba plagado de montañitas de arcilla, así que esa fue mi forma de aparecer, puro estilo anuncio, corriendo con el pelo moviéndose al viento, aparecía y desaparecía entre los montículos. Vaya debió ser una bonita escena.
Cruzamos las típicas presentaciones de chiquillos, que los estás deseando, sólo por darte un par de besos con alguien, sea quien sea. Estuvimos charlando y bromeando todos juntos, como siempre.
De repente, y no me explico por que, Q. me dió un azote en el culo. No sabía que yo no era como el resto de las chicas del grupo, encantadas con tales actuaciones, el efecto en mí era todo lo contrario. Recuerdo coger un pedrusco del suelo, y digo pedrusco, no cabía en mi mano, y perseguirle para lanzarselo, con intención de alcanzarle, no de derribarle.
Así fue nuestro primer encuentro. Físicamente no se me quedó grabado, por simpatía si que me impactó, y hubo algo que fue lo que más me atrajo de él, al final de la tarde me dí cuenta de que era el único chico de toda la pandilla con el que podías mantener una conversación sin que intentase tocarte los pechos o se lanzase a tu cuello.
Se ve que aprendió la lección a la primera.
Un beso.
7 Sonrisas:
saludos!
¿Te tocó el culo? Dios qué bueno la de risas que me he echado pensando en si de verdad Q. podía hacer algo así :O
Este tío es mi ídolo :P
Igual para ti Callesdebaires...
Me encantaría saber cómo has llegado hasta aquí, no será que lees todos los blogs que son como el tuyo y el mío...o que sabes de mi atracción por lo argentino...;)
Un beso.
¿De verdad recuerdas lo que llevabas puesto el dia que os conocísteis? ¿Y lo que llevaba él?
Las mujeres nunca dejaréis de asombrarme.
Tengo una memoria prodigiosa Hugo...y además hemos comentado tantas veces el anuncio de champú que es fácil acordarse...;)
Un beso.
Al final parece que lo leen más que T y tú.
Felicidades a los cuatro.
Cómo olvidarlo,una niña preciosa,yo estaba rodeado de amigos y sólo la miraba a ella.Esa imagen se ralentiza en mi memoria,cada saltito que daba caía lentamente con su cabello muy rubio flotando en el aire y aunque avanzaba,parecía que no iba a llegar nunca y realmente,confieso que ese era mi deseo y que no se rompiese la magia
Y no se ha roto,y eso que a veces intentamos volvernos personas cabales
Creo que es el único recuerdo que tengo "grabado a cámara lenta".Lo achaco a tener una gran cantidad de sentimientos en poco espacio de tiempo
Q.
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