Gracias a ti...

Grande la semana que he disfrutado en Madrid, la verdad es que mentiría si dijese que ha sido una semana de curso intensivo y agotador. Cuando una está llena de obligaciones familiares más trabajo, se puede sentir de vacaciones cuando eso pasa sólo a ser unas horas de trabajo.

Recuerdo días tan extremos de calor como los sufridos en Madrid esta semana pasada, pero ya hace muchos años que quedaron atrapados en mi memoria. Volver a una ciudad cómo ésta en verano, semi vacia, o sea llena de vida, me da envidia por sus gente, por sus ambientes, por sus ganas, por sus caras de mala leche, por sus suspiros, por sus prisas, por sus anhelos, quizá veía todo lo mío en ellos, o quizá ellos veían todo lo suyo en mí...

A tantos tengo que agradecer haberme acompañado en las tardes y en las noches de Madrid, a tantos de vosotros os debo un gracias, os debo mi cariño y mi amistad, os debo dedicar como mínimo mis palabras...

Cómo son muchos y agradables los recuerdos de cada uno de vosotros, iré contando, desde la primera cena que compartí con Lolo, qué él seguro que sufrió, aunque no lo diga, todo un caballero, pero hay que admitirlo, llegué y cené, no pasé por mi hotel para ponerle otro aroma a mi vida...

Imagino que sí hubiese llegado a tiempo para la cena y sin ningún problema de por medio no hubiese tenido nada que ver con mis viajes, yo, doñapercances, me siento extraña si todo va como estaba previsto, lo malo es que no siempre se pueden resolver los imprevistos y alguna vez son otros los que sufren a mi lado, nunca mejor dicho...

Apesar de todos los incovenientes la cena y la post cena, o sea un botellín de agua en una terraza fueron estupendas, como siempre el tiempo se me vino encima y quedé con ganas de más...

Seguí disfrutando al día siguiente, un estupendo paseo al sol de media tarde, o sea una tortura, con Letroncio, en busca de un parque estupendo en la zona de Barajas, no recuerdo el nombre de tal joya, pero no lo busquéis si es entre semana. Igual disfrutamos por el centro, y además me brindó su inestimable ayuda a la hora de comprar un vino, of course, estupendo vino, para compartir en la cena con mis deseados y ansiados amigos...

A esta cena podría dedicarle horas de charla y páginas y páginas de palabras, los deseados y ansiados por supuestos no sólo estuvieron al nivel que yo esperaba, si no que lo superaron con creces, era de esperar; la verdad...Tengo que decirlo, ya sabéis que tampoco me importa mucho, ni guardo cuidado con el tema, conocerles por fin fue como ese ansiado deseo sexual reprimido durante mucho tiempo, que al liberarlo lo único que te deja son ganas de hacer el amor. Así me pasó con ellos, disfruté, me liberé y me quedé con ganas de seguir conociendo, queriendo y compartiendo, aquí me queda mucho más...

Tuve la suerte de volver a compartir con Lolo, esta vez sorprendentemente acompañado del Jon, cierto es que no dispuse del tiempo deseado, pero mi cuerpo se resiente cada vez más rápido y terminar el trabajo en unas condiciones medianamente adecuadas era necesario.


Ignoro el porque de muchas cosas, pero quiero imaginar que sí pude sentir todas estas cosas con tantas personas es porque algo me merezco, y si todo esto ha pasado sin merecerlo igual me da, ya es todo mío y a ver quien se atreve a quitarme lo bailao...


Gracias a todos y disculpen los que no pude ver como hubiese querido, algunos más se quedaron en el tintero por otras circunstancias que procuraré evitar en la próxima ocasión...

Gracias a ti...

Un beso.