martes, julio 05, 2005

Agotada...

Así me siento, por dentro y por fuera.

No me importa encontrarme agotada por fuera, puede ser el momento, la edad, los excesos, los kilos, la celulitis, qué sé yo. Contra todo esto puedo luchar yo sola y contra lo que no puedo sola me procuro ayuda.

La edad y los excesos no llevan remedio, incluso me siento muy bien con los dos.

De los kilos llegué a un acuerdo con el Doctor, no precisamente el Doctor Flagg, si no un doctor de esos de bata blanca y título en la pared. Yo me ocupaba de los kilos y él se ocupaba de cobrarme por ello.

Nuestra relación se ha ido afianzando, es decir, sigo dejándole mi dinero y poco a poco se va llevando mis kilos en todos los sentidos.

Me propuso un día llevar nuestra relación más allá, a mí no me pareció mal y empezamos a vernos una vez a la semana para que unas de sus chicas se ocupe de mi celulitis. Y en esas estamos.

Hace un rato me fuí a echar una siesta en su camilla mientras esta amable mujer masajea mis muslos con un horrible aparatito cuya misión es eliminar de mi cuerpo esas horribles grasas, aunque parezca que su misión es destrozarlos, así es como yo lo acabo sintiendo.

Pero bueno, todo ese agotamiento externo no me preocupa, se acabará pasando, con el tiempo y una cama en vez de una camilla, digo yo.

Lo que me preocupa es mi agotamiento por dentro, se me está agotando el alma.
Se me agotan las ganas de dar, no de dar a los míos, ellos se lo merecen todo y más.
Además por descontado que me lo devuelven en mayor medida si cabe de lo que yo les puedo dar a ellos.

Se me está agotando el alma para el resto del mundo. Siempre doy de mí y me falta algo de recibir. No por parte de nadie en especial, es todo en general. El trabajo, los amigos, los conocidos, los desconocidos, los de más allá y los de aquí al lado.

Quiero que me den, que me devuelvan una mínima parte de lo que yo les dejo. Sé que hay que dar y no esperar, qué el premio está en la entrega y no en la espera, pero me estoy agotando y necesito que me repongan las pilas. Qué el mundo me responda, qué no sean los míos los únicos que me llenen.

Pido sólo un poco de tu luz, un poco de tus palabras, un poco de tu sonrisa...dámelo...

Un beso.

5 Sonrisas:

Anonymous Anónimo dijo...

Un simple abrazo, una simple llamada, la voz, una mirada. Jo, con qué poco nos conformamos y cómo cuesta recibirlo.
Te entiendo, sé cómo puedes sentirte, y sé que el consuelo puede llegar de quien menos lo esperas.
Espero poder ayudarte de algún modo.
Un abrazo.

Diana

5/7/05 21:48  
Blogger Miada dijo...

Te quiero Diana. Gracias.
Un beso.

6/7/05 10:02  
Blogger Joni dijo...

Hiciste bien en contar con otro doctor, yo no habría sabido que hacer. Perdón, no habría querido hacer nada porque no veo la necesidad.
Un abrazo

(a mí no me contestes que me quieres porque igual me derrito)

6/7/05 14:10  
Blogger Toperro dijo...

Yo tbn estoy agotado internamente y x ahora me mantiene el trabajo q asi no tengo tiempo para pensar en ello...ya sabes Helena algunos estamos hechos para escuchar y darlo todo y cuando queremos que nos escuchen o recibir algo entonces no servimos.

6/7/05 17:16  
Anonymous Anónimo dijo...

La gente no dice lo que siente, por eso parece que no te dan nada. Cuesta mucho ese abrazo porque si, esa llamada porque si. Pero ten por seguro que hay gente que sienten algo por ti y no lo demuestran.

Un abrazo virtual
X

7/7/05 13:28  

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