La primera vez...
Nunca me había pasado algo así. Siempre he celebrado mi cumpleaños con ilusión, e incluso diría emoción por ese día concreto.
Pero esta vez no es así. Había perdido la ilusión, no veía nada positivo en ese día, más bien todo lo contrario. No tiene nada que ver con verme las arrugas alrededor de los ojos, o que me cueste más que antes subir las escaleras.
Es otra cosa, es un sentimiento interno, es algo que me aprisiona en el pecho, me provoca angustia y me hace suspirar cada dos por tres.
Es la cuenta atrás en vez de hacia delante, es ver que sigues sin conseguir tus sueños y el tiempo corre en tu contra, es un año menos para el final.
Antes era todo lo contrario, era un año más vivido, una etapa cumplida, más ilusiones nuevas.
No sé cómo lo haré pero tengo que desechar de mi mente el sentido negativo que ha cogido mi vida en estos momentos, tengo que volver a esa ilusión infantil, tengo que disfrutar con los que quiero y me quieren.
Estas sensaciones no son nuevas para mí, las he visto en Q. año tras año, desde sus 17. Yo empeñada en celebraciones y fiestas, y él sin ganas de nada, metido en la espiral de sentir un año más sin conseguirlo.
Explicación de lo anterior:
Conste en acta que yo lo había intentado, pensaba en los regalos, reconociendo que me encantan, como a cualquiera, imaginaba qué podrían darme ilusión recibirlos, las llamadas de los amigos, los sms...pero de nada sirvió.
El primero en aparecer fue T., seguro que programó el sms para las 00:01 m., a esas horas ya suele estar en otro mundo, casi como yo.
Yo también estaba esperando la hora, tenía un paquete de Q. y las enanas, sin poder abrirle hasta que fuese el día. El paquete era lo que yo esperaba de Pull&Bear, nada o casi nada me hacia presagiar el desastre.
Me preparo para la ocasión con todas mis ganas, era la primera vez que había dicho de forma más que descarada a Q. qué era lo que quería de regalo, y todo mi gozo en un pozo, las explicaciones recibidas por él y por mi hermana fueron totalmente olvidadas.
Se ve que no quedó claro. Porque esto no tiene nada que ver con ser daltónico, mi hermana no lo es.
-Quiero la ropa que lleva ese maniquí del escaparate-
-¿Eso quieres para tu cumple?
-Sí-
Todo esto debió quedarse en la parte del cerebro masculino que simplemente almacena información para no volverla usar, pero no sé en que parte del cerebro de mi hermana se alojó.
Tras observar una y otra vez un vaquero pirata, mono sí, pero de una talla menor a la mía, o sea imposible, un bikini azul a rayas, bueno no está mal, pero la idea es poner esos piratas con el bikini, una camiseta con dibujo surfero y unas chanclas de madera con una sosa cinta rosa de tela. IMPOSIBLE...
-¿Pero cúando me has visto tú a mí con el ombligo al aire?-
-No, si tú no..., pero a mí me gusta para ti-.-Cómo están de moda-
-Los regalos son para el que los recibe no para el que los entrega-
Qué gran decepción, yo esperando unas bermudas vaqueras y una sahariana. Más lejos de mi idea no podía estar. Debía ser el maniquí de al lado el que escogieron ellos y no se dieron cuenta de que estaba en el escaparate de "menores de 18 con 50 kilos".
Ideal empezar el día de mi cumpleaños, gran contradicción, empieza por la noche, con una desilusión seguida de una discusión. No pude evitarlo, me metí a la cama con un mosqueo de tres pares de narices, y de la rabia me salieron unas lágrimas.
Me levanté, ya que estaba llorando había que aprovechar, a llorar se ha dicho, descargando tensiones e irritando ojos, así estaré arrebatadora por la mañana, todos sin excepción se iban a fijar en mí.
La fustración iba en aumento, Q. no me había dicho ni una palabra, y joder, !cómo jode que llores y no te pregunten porque!.
Pasado un rato y después de un cigarro reparador en el balcón volví a la cama, Q. seguía en silencio, y yo no pude callar más.
-!Me fastidia un montón que me veas llorar y no preguntes por qué!-
Silencio total, inmovilidad total por parte de Q., encima eso, no se inmutaba ni a mi llamada de atención.
Un par de minutos después...
-No sabía que habías llorado-
-Peor aún, sí encima no te das ni cuenta-
Volvió el silencio. Yo me estaba aguantando por dentro para no meter un chillido que se escuchase en el piso de al lado.
-Ni te mueves, ni contestas-
-No me muevo por que ya te he dicho que tengo la espalda destrozada y estoy intentando que no me duela, y no te pregunto por que ya sé que lloras porque crees que no te hago caso y no me entero de lo que me dices.-
Se me había olvidado totalmente su dolor de espalda, el egoísmo o egocentrismo de mi cumpleaños me aislo de todo lo demás. La segunda parte no es siempre cierta, pero abunda, sí tenemos en cuenta las veces que se entera y cae en el olvido.
-¿Qué te pasa?-
-Nada.-
Nada es la respuesta que asegura que algo pasa, ante esta respuesta todo el mundo está seguro de que pasa algo importante de verdad. Y quizás podría no ser importante, pero era mi día y había que cumplir.
Se levantó, miró a las niñas y yo me ofrecí a buscar una crema para darle un pequeño masaje a ver si podía descansar. Él dijo que no hacia falta, pero yo soy cabezota para todo.
-No me voy a poner hasta que no me cuentes que te pasa-
-Ponte y te lo cuento-
Mientras yo le daba esa crema congelada que te hace extremecer como sí de hielo se tratase, se lo conté.
-Me has regalado algo que no tiene nada que ver conmigo-
-Ni me conoces, ni sabes por que lloro-
-Tienes razón, nunca te quiero comprar ropa, no acierto-
-Pero no he llorado por no entrar en esos pantalones, que sí son monos-
No,lloré por no darme cuenta de que lo importante no eran unos regalos, tuve suerte y unos minutos después de ver ese regalo y aterrizar en el suelo, ví lo importante de todo eso. Había dos personas que se habían molestado por mí, por conseguir lo que yo quería. No lo encontraron, pero confíaban en tener algo adecuado para mí.
Lo importante de todo esto son ellos, están ahí, me quieren, me aguantan, me escuchan y sí de verdad necesito algo de ellos, sé que responderán.
Quizás hasta más de lo que yo merezca...
P.D. pero siguen siendo unos horteras...;, compesado con un ramo de rosas por la mañana...
Un beso.
Pero esta vez no es así. Había perdido la ilusión, no veía nada positivo en ese día, más bien todo lo contrario. No tiene nada que ver con verme las arrugas alrededor de los ojos, o que me cueste más que antes subir las escaleras.
Es otra cosa, es un sentimiento interno, es algo que me aprisiona en el pecho, me provoca angustia y me hace suspirar cada dos por tres.
Es la cuenta atrás en vez de hacia delante, es ver que sigues sin conseguir tus sueños y el tiempo corre en tu contra, es un año menos para el final.
Antes era todo lo contrario, era un año más vivido, una etapa cumplida, más ilusiones nuevas.
No sé cómo lo haré pero tengo que desechar de mi mente el sentido negativo que ha cogido mi vida en estos momentos, tengo que volver a esa ilusión infantil, tengo que disfrutar con los que quiero y me quieren.
Estas sensaciones no son nuevas para mí, las he visto en Q. año tras año, desde sus 17. Yo empeñada en celebraciones y fiestas, y él sin ganas de nada, metido en la espiral de sentir un año más sin conseguirlo.
Explicación de lo anterior:
Conste en acta que yo lo había intentado, pensaba en los regalos, reconociendo que me encantan, como a cualquiera, imaginaba qué podrían darme ilusión recibirlos, las llamadas de los amigos, los sms...pero de nada sirvió.
El primero en aparecer fue T., seguro que programó el sms para las 00:01 m., a esas horas ya suele estar en otro mundo, casi como yo.
Yo también estaba esperando la hora, tenía un paquete de Q. y las enanas, sin poder abrirle hasta que fuese el día. El paquete era lo que yo esperaba de Pull&Bear, nada o casi nada me hacia presagiar el desastre.
Me preparo para la ocasión con todas mis ganas, era la primera vez que había dicho de forma más que descarada a Q. qué era lo que quería de regalo, y todo mi gozo en un pozo, las explicaciones recibidas por él y por mi hermana fueron totalmente olvidadas.
Se ve que no quedó claro. Porque esto no tiene nada que ver con ser daltónico, mi hermana no lo es.
-Quiero la ropa que lleva ese maniquí del escaparate-
-¿Eso quieres para tu cumple?
-Sí-
Todo esto debió quedarse en la parte del cerebro masculino que simplemente almacena información para no volverla usar, pero no sé en que parte del cerebro de mi hermana se alojó.
Tras observar una y otra vez un vaquero pirata, mono sí, pero de una talla menor a la mía, o sea imposible, un bikini azul a rayas, bueno no está mal, pero la idea es poner esos piratas con el bikini, una camiseta con dibujo surfero y unas chanclas de madera con una sosa cinta rosa de tela. IMPOSIBLE...
-¿Pero cúando me has visto tú a mí con el ombligo al aire?-
-No, si tú no..., pero a mí me gusta para ti-.-Cómo están de moda-
-Los regalos son para el que los recibe no para el que los entrega-
Qué gran decepción, yo esperando unas bermudas vaqueras y una sahariana. Más lejos de mi idea no podía estar. Debía ser el maniquí de al lado el que escogieron ellos y no se dieron cuenta de que estaba en el escaparate de "menores de 18 con 50 kilos".
Ideal empezar el día de mi cumpleaños, gran contradicción, empieza por la noche, con una desilusión seguida de una discusión. No pude evitarlo, me metí a la cama con un mosqueo de tres pares de narices, y de la rabia me salieron unas lágrimas.
Me levanté, ya que estaba llorando había que aprovechar, a llorar se ha dicho, descargando tensiones e irritando ojos, así estaré arrebatadora por la mañana, todos sin excepción se iban a fijar en mí.
La fustración iba en aumento, Q. no me había dicho ni una palabra, y joder, !cómo jode que llores y no te pregunten porque!.
Pasado un rato y después de un cigarro reparador en el balcón volví a la cama, Q. seguía en silencio, y yo no pude callar más.
-!Me fastidia un montón que me veas llorar y no preguntes por qué!-
Silencio total, inmovilidad total por parte de Q., encima eso, no se inmutaba ni a mi llamada de atención.
Un par de minutos después...
-No sabía que habías llorado-
-Peor aún, sí encima no te das ni cuenta-
Volvió el silencio. Yo me estaba aguantando por dentro para no meter un chillido que se escuchase en el piso de al lado.
-Ni te mueves, ni contestas-
-No me muevo por que ya te he dicho que tengo la espalda destrozada y estoy intentando que no me duela, y no te pregunto por que ya sé que lloras porque crees que no te hago caso y no me entero de lo que me dices.-
Se me había olvidado totalmente su dolor de espalda, el egoísmo o egocentrismo de mi cumpleaños me aislo de todo lo demás. La segunda parte no es siempre cierta, pero abunda, sí tenemos en cuenta las veces que se entera y cae en el olvido.
-¿Qué te pasa?-
-Nada.-
Nada es la respuesta que asegura que algo pasa, ante esta respuesta todo el mundo está seguro de que pasa algo importante de verdad. Y quizás podría no ser importante, pero era mi día y había que cumplir.
Se levantó, miró a las niñas y yo me ofrecí a buscar una crema para darle un pequeño masaje a ver si podía descansar. Él dijo que no hacia falta, pero yo soy cabezota para todo.
-No me voy a poner hasta que no me cuentes que te pasa-
-Ponte y te lo cuento-
Mientras yo le daba esa crema congelada que te hace extremecer como sí de hielo se tratase, se lo conté.
-Me has regalado algo que no tiene nada que ver conmigo-
-Ni me conoces, ni sabes por que lloro-
-Tienes razón, nunca te quiero comprar ropa, no acierto-
-Pero no he llorado por no entrar en esos pantalones, que sí son monos-
No,lloré por no darme cuenta de que lo importante no eran unos regalos, tuve suerte y unos minutos después de ver ese regalo y aterrizar en el suelo, ví lo importante de todo eso. Había dos personas que se habían molestado por mí, por conseguir lo que yo quería. No lo encontraron, pero confíaban en tener algo adecuado para mí.
Lo importante de todo esto son ellos, están ahí, me quieren, me aguantan, me escuchan y sí de verdad necesito algo de ellos, sé que responderán.
Quizás hasta más de lo que yo merezca...
P.D. pero siguen siendo unos horteras...;, compesado con un ramo de rosas por la mañana...
Un beso.
4 Sonrisas:
escribes muy bien, deberias de poner alguna foto, para hacer mas vistoso el blog
feliz cumpleaños
De programar nada que eso que yo sepa no puede hacerse jajaja, fue enviado en vivo y en directo sosa.
Sobre los cumpleaños yo perdí la ilusión hace ya mucho tiempo aunque lo mejor es la cantidad de gente que se acuerda de uno/a.
Sobre los regalos, es difícil acertar y más con ropa y una mujer por medio, hay que quedarse con el detalle chica no puedes ponerte así por esas cosas.
Y sobre lo otro pues no tengo nada que decir :P
Gracias...pero no tengo ni idea de cómo poner fotos...sí vieses el montón que tengo esperando para cuando aprenda...;)
Un beso.
Tope...qué es lo otro de lo que no tienes nada que decir...
Aquí lo importante son unos vaqueros...;)
Un beso.
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