jueves, marzo 02, 2006

Érase una vez...

Érase una vez una linda muchacha que pasaba los días limpiando la casa en la que vivía con su madrastra y sus hermanastras...


Había fallecido su madre y su padre no escogió bien su segunda esposa. Cenicienta, que así la llamaban sus hermanastras, deseaba poder disfrutar como ellas, pues al fin y al cabo eran sus iguales.


Cenicienta quería lucir bonitos vestidos, al igual que sus hermanastras. Quería asistir al baile de Palacio, al que habían sido invitadas. Pero no querían que alguien como ella fuese al baile, preferían que siguiese limpiando en casa y charlando con sus amigos, ratones y pajarillos.


De repente, una inmensa luz invadió la habitación, y toda ella se llenó de Hadas madrinas y Magos padrinos.


Cenicienta no se lo podía creer. El Hada madrina le dijo que sus amigos los ratoncillos se convertirían en magníficos caballos.


Los coloridos pajarillos se transformarían en apuestos pajes que acompañarían a Cenicienta, como sí de una princesa se tratase.


De esa estupenda calabaza saldría una maravillosa carroza para llevarla a Palacio.


Todo el mundo se quedó fascinado con la entrada de Cenicienta.Su llegada a Palacio provocó un gran revuelo entre todos los asistentes.


El principe no pudo evitar bailar con ella toda la noche. Y este principe fue más listo que el del cuento, no dejó escapar a Cenicienta.

Bailaron y bailaron toda la vida... Mientras todos disfrutaban de su felicidad...



Dedicado al Susodicho por el envio de las fotos, a El Africano, por su ayuda con las fotos. Y sobre todo al personal que año tras año preparan una fiesta especial para poner en nuestra boca la sonrisa que ponen a diario en estos enanos...

Un beso.

8 Sonrisas:

Anonymous Anónimo dijo...

¡Esta versión es mil veces mejor que todas las viejas versiones!!!

Te felicito y sobre todo felicito a los enanosssss!!!

Besos y cuentos.

2/3/06 17:03  
Blogger Toperro dijo...

Me siento identificado...con las calabazas jajaja gran publireportaje de la obra, sin duda a veces es mejor verlas interpretadas por la inocencia de los críos :)

2/3/06 17:08  
Anonymous Anónimo dijo...

Con cuentos como este, con la manera de contarlos, me voy con una sonrisa en la cara.
Esta tarde, cuando salga de trabajar y monte en el metro, como cada día, habrá algo diferente...mi sonrisa a diestro y siniestro.
Ante estas fotos y esta manera de narrar es imposible evitar que se dibuje una sonrisa

Besitos

2/3/06 17:47  
Blogger Unknown dijo...

me has hecho reir.. solo imaginarme a esos duendecillos haciendo de las suyas con caras divertidas ..

3/3/06 01:31  
Anonymous Anónimo dijo...

ains... cenicienta... con miles de duendecillos... que cosa mas bonita!! es que no puedo dejar de sonreir cada vez que miro las fotos!! que lindo!!
besitos!!

3/3/06 14:24  
Blogger Miada dijo...

Muchas gracias a vosotros. De verdad que este tipo de cosas sólo se pueden poner así, en fotos, los sentimientos que te provocan no se pueden poner, ni en fotos ni en palabras...

Un beso.

3/3/06 17:15  
Blogger mizerable dijo...

jes jes ... en las fotos parecen muy paraitos y tranquilotes.... ;)

4/3/06 14:08  
Blogger Miada dijo...

Ni te lo imaginas Picajoso, yo creo que ese día según entran por la puerta les dan algún sedante de los buenos...

Increíble ver a unos 20 enanos de dos añitos sentados en fila en sus sillas esperando el momento de ser vestidos cada uno...

Un beso.

6/3/06 13:11  

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