Otro cuento...
Tres regalos
Cierta vez, en la ciudad de Becharre, vivía un amable príncipe, querido y honrado por todos sus súbditos.
Pero había un hombre, excesivamente pobre, que se mostraba amargo con el príncipe y movía continuamente su lengua, pestilente en sus censuras.
El príncipe lo sabía. Pero era paciente.
Por fin decidió considerar el caso. Y, una noche de invierno, un siervo del príncipe llamó a la puerta del hombre, cargando un saco de harina de trigo, un paquete de jabón y uno de azúcar.
-El príncipe te envía estos regalos como recuerdo -dijo el siervo.
Y el hombre se regocijó, pues creyó que las dádivas eran un homenaje del príncipe. Y, en su orgullo, fue en busca del obispo y le contó lo que el príncipe había hecho, agregando:
-¿No ve cómo el príncipe desea mi amistad?
-Pero el obispo respondió:
-¡Oh! Qué príncipe sabio y qué poco comprendes. Él habla por símbolos. La harina es para tu estómago vacío, el jabón para tu sucia piel y el azúcar para endulzar tu amarga lengua.
Desde aquel día en adelante, el hombre sintió vergüenza hasta de sí mismo, y su odio al príncipe se hizo mayor que nunca. Pero, a quien más odiaba era al obispo que interpretó la dádiva del príncipe.
Sin embargo, desde entonces guardó silencio.
Gibrán Jalil Gibrán
Un beso.
10 Sonrisas:
¿El hombre era locutor de la COPE? Ja, ja, ja.
Qué geniales son las cosas que he leído de este Gibrán Jalil Gibrán.
Hubo un tiempo en que "El profeta" fue mi libro de cabecera, y sin embargo, al ser prestado desapareció de mi vida. Supongo que ha llegado el momento de recuperarlo para mi biblioteca.
Un abrazo
Di
Me encanta eso de que, por una vez, el malo sea el pobre. Y la de disgustos que me ha costado no aprender a tiempo a no comportarme como un obispo...
(Aparte) Y ¿me he líado con el anterior escrito sobre horóscopos u hoy es tu cumple?
No creas Malatesta, esto está lleno de gente amargada que necesitaría azúcar para endulzar su vida...
D,puede que haya llegado ese momento, yo creo que ha llegado el tuyo, no me lo dice el horóscopo, lo dice mi corazón...:)
No, Ismo, siento haberte líado, no es mi cumple ni mucho menos, no te estresses con tanto regalo...;)
Un beso.
jeje, uf!
Este hombre escribió cosas que realmente hacen meditar... Estoy con sus obras completas, para pensar un poco, para abrir la mente, para aprender...
Besitos!!!
La moraleja que yo saco es que los pobres no podemos hacernos mucho caso del clero, que enseguida te dan sibilinamente la vuelta a la tortilla. Para un príncipe bueno que hay ( si, ya sé que se trata de un cuento ) y nos le insultan de ese modo. Y el hombre, ¿ Qué hizo con los regalos ? ¿ Lo mismo que yo con la cesta de navidad ?
Me dejaré de cuentos, esta vez.
Q.
me gusta..gracias por esa pequeña dosis de moralidad ..
Me encanta, es un cuento precioso!
Besitos!
¿O de inmoralidad Niob?
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