Gracias a vosotros...
Les admiro, no tengo palabras para agradecer su labor, lo intento, intento buscar las palabras para llegar hasta ellos y que puedan sentir todas las gracias que miles de personas debemos ofrecerles a diario.
Yo sería incapaz de llevar a cabo un trabajo como el suyo, por circunstancias familiares, tuve que realizarlo durante meses, los que pude, el cuerpo, la mente y el alma no me daban para más, pero por suerte puedes contar con ellos.
Antes venía cada día, pagada por el Ayuntamiento de Torrelavega, pero de repente, ellos mismos se han dado cuenta de que hay gente más necesitada que mi padre, no dudo ni por un momento de que los hay, estoy segura.
Ahora viene otra Auxiliar de Ayuda a Domicilio, no nos podemos permitir que venga a diario, así que mi padre se tiene que conformar con tres días a la semana.
Viene a eso de las diez de la mañana, le levanta de la cama, lo baña, viste y sirve el desayuno. Poco más puede hacerle en una hora de visita. Del resto nos encargamos mi hermana y yo, casi todo mi hermana, yo solamente voy a ponerle la comida, acompañarle un rato y llevarlo para Torrelavega, para que se distraiga un poco con los compañeros de faena.
Antes no me daba tanta cuenta de su trabajo, no porque no lo llevaran a cabo, si no por que no faltaban ningún día. Ahora lo veo en su cara, su cara cambia el día que M. viene a visitarle, su cara es diferente, está animado, despierto y con ganas. Su cuerpo no le permite hacer nada extra, pero la cara es otra.
Los días que no viene M. le encuentro hundido en el sofá, viendo fútbol por la tele, con las persianas bajadas en toda la casa, le falta vida.
Así sólo me queda dar las gracias a toda la gente que se dedica a poner sonrisas en las caras de otro, a escuchar lo que otros no escuchamos, a poner vida donde se está acabando...
No puedo hablar contigo para decírtelo a la cara, nuestros horarios son incompatibles, por teléfono ya lo he hecho varias veces, cuando llamas para ver que tal sigue mi padre, preocupándote por si todo va bien.
Te digo la verdad, me sorprendes, un servicio que nosotros pagamos una miseria, así que tú cobrarás otra miseria menor, y así con todo lo haces con una sonrisa en la cara.
Estas mismas palabras van dirigidas también a ti, NINO, perpleja me quedo cada vez que te leo historias de tus pacientes...tus mimos, tus cuidados, tu corazón no tiene precio...
Gracias a vosotros...
Un beso.
Yo sería incapaz de llevar a cabo un trabajo como el suyo, por circunstancias familiares, tuve que realizarlo durante meses, los que pude, el cuerpo, la mente y el alma no me daban para más, pero por suerte puedes contar con ellos.
Antes venía cada día, pagada por el Ayuntamiento de Torrelavega, pero de repente, ellos mismos se han dado cuenta de que hay gente más necesitada que mi padre, no dudo ni por un momento de que los hay, estoy segura.
Ahora viene otra Auxiliar de Ayuda a Domicilio, no nos podemos permitir que venga a diario, así que mi padre se tiene que conformar con tres días a la semana.
Viene a eso de las diez de la mañana, le levanta de la cama, lo baña, viste y sirve el desayuno. Poco más puede hacerle en una hora de visita. Del resto nos encargamos mi hermana y yo, casi todo mi hermana, yo solamente voy a ponerle la comida, acompañarle un rato y llevarlo para Torrelavega, para que se distraiga un poco con los compañeros de faena.
Antes no me daba tanta cuenta de su trabajo, no porque no lo llevaran a cabo, si no por que no faltaban ningún día. Ahora lo veo en su cara, su cara cambia el día que M. viene a visitarle, su cara es diferente, está animado, despierto y con ganas. Su cuerpo no le permite hacer nada extra, pero la cara es otra.
Los días que no viene M. le encuentro hundido en el sofá, viendo fútbol por la tele, con las persianas bajadas en toda la casa, le falta vida.
Así sólo me queda dar las gracias a toda la gente que se dedica a poner sonrisas en las caras de otro, a escuchar lo que otros no escuchamos, a poner vida donde se está acabando...
No puedo hablar contigo para decírtelo a la cara, nuestros horarios son incompatibles, por teléfono ya lo he hecho varias veces, cuando llamas para ver que tal sigue mi padre, preocupándote por si todo va bien.
Te digo la verdad, me sorprendes, un servicio que nosotros pagamos una miseria, así que tú cobrarás otra miseria menor, y así con todo lo haces con una sonrisa en la cara.
Estas mismas palabras van dirigidas también a ti, NINO, perpleja me quedo cada vez que te leo historias de tus pacientes...tus mimos, tus cuidados, tu corazón no tiene precio...
Gracias a vosotros...
Un beso.
6 Sonrisas:
Pues sí... hay gente que trabaja, para ganarse la vida, y hay gente a la que el trabajo le da la vida y eso... pues se nota en los resultados.
Me alegro de que a tu padre le atienda alguien tan especial.
Un abrazo
Y hay otro grupo de personas con vocacion: las enfermeras de la zona de paliativos: saben que sus pacientes no van a estar mucho tiempo alli, pero los miman de una manera impresionante.
Un besazo,H
el de antes soy yo
Es gente que da vida a los demás. La amabilidad y una sonrisa a veces son más eficaces que la más potente de las medicinas.
Un saludo, Paisana.
Hola guapa! Te devuelvo tu visita, es duro ver como una persona a la que quieres necesita cuidados que tú no puedes darle...lo he visto demasiadas veces, mi madre es enfermera, las personas que hacen esa labor se merecerían mucho más reconocimiento
un besito
Qué bonito!! Y qué razón tienes! Pero siempre dicho que para este tipo de labores hay que tener vocación. Estas personas tienen su vida, sus problemas... pero son capaces de transmitir a los pacientes una alegría y un positivismo dignos de elogio. A mi me sería imposible mostrar una sonrisa según qué días....
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