viernes, junio 17, 2005

Mezclas extrañas...

El otro día disfrutaba de la extraña relación que exponía en el blog Boketa, sexo, felicidad y comuniones.
Mi mezcla de hoy también puede resultar extraña, pero así ha sido el día, extraño.

Pedí libre la mañana, el jefe no se niega en estos casos, lo pido con tampoco tiempo de antelación que no puede decir que no, además, más bien ni lo pido, doy por hecho que cojo la mañana libre.

Empezamos con el fin de curso, Fiesta de Fin de Curso en el cole de las enanas, la verdad es que me encanta poder escaparme para verlas, y todavía más para que ellas me vean a mí, me gusta ver su cara de satisfación cuando descubren que Mamá y Papá están ahí.

Olvidaba que previo al espectáculo pasé un momento por la Agencia de Desarrollo, pedí información sobre las posibles ayudas y subvenciones para negocios y mujeres.
No están las cosas muy claras, o será que los números están bastante espesos.

Después de disfrutar de todos los enanos y profesores, después de secarme las lágrimas, ojo qué son de emoción, viendo a los enanos actúar cómo adultos, llorar como viejos y reír como niños, una no puede evitar emocionarse con los niños que se graduan y leen una poesía de agradecimiento, qué orgullosos se tienen que sentir los profes de ver marchar a todos esos enanos después de tantos pañales.

Me perdí, decía que después de todo eso llego otro final, éste no es el Fin de Curso, éste fue mucho más emocionante, fue el final de mi Madre.

Hoy celebrábamos tres años de su muerte, ¿se pueden celebrar estas cosas?. Quizás lo que celebramos son nuestros recuerdos, sus besos, sus risas, sus lágrimas, todos sus...

Me cuesta hablar de ella, se me humedecen los ojos, la tengo tan presente día a día que cuando la nombro me tiemblan los labios y se me extremece algo por dentro.

Sé que el tiempo pasa y la vida sigue, eso es lo que siempre te dicen todos, pero todo sigue sin ella y eso no es lo mismo. Todo es diferente, hay muchos detalles que me la recuerdan, qué me provocan tenerla delante y compartirlo con ella, pero no puede ser, esto si es verdad, la vida no sigue igual.

No quiero seguir con más, viene la culpa cristiana a mi cabeza y me hace pensar que no le dí todo lo que se merecía de mí y ahora no hay quien cambie esas cosas, el pasado no se mueve ni con grúa del Ayuntamiento.

Lo único que me compensa un poquito es saber que ella fue feliz aún en sus peores momentos, y ver nacer a su nieta le dió el mejor de los finales que podía tener.

Extraña la mezcla de los finales de hoy...

Un beso.

2 Sonrisas:

Anonymous Anónimo dijo...

No sé si alguna vez te lo he dicho, o lo has leído, o qué. Curiosamente el mismo día, el mismo año, que moría tu madre lo hacía mi padre.
Ya ves, nos separaban entonces muchas cosas, pero ahora comprendo que cuando te unes de cierto modo a alguien es porque así tenía que ser.
Llámalo casualidad, llámalo como quieras.
El caso es que te entiendo como nadie, esa misma sensación tuve ayer, la tengo cada día, intento no llorar por él, pero resulta difícil cuando piensas en la justicia, en la vida, en las cosas rotas.
Bueno, que estoy a tu lado, una vez más, y quizás más que nunca. Un abrazo enorme.

Di

18/6/05 14:42  
Blogger Miada dijo...

No tenía ni idea Di, como siempre gracias por estar ahí, y lo mismo te digo, me tienes dónde quieras y para lo que quieras...
Un beso.

19/6/05 09:54  

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