Ya tengo teatro...
Si, si, si, el Teatro ya está aquí. Por fin, la espera terminó, inaguraron ya el Teatro Municipal Conche Espina. Qué felicidad.
La inaguración fue ya puro y duro espectáculo, la compañía La Cubana servía de maestro de ceremonias y presentaba un recorrido por todo el teatro, acompañando a pequeños grupos del público asistente y mostrando todos los entresijos de este estupendo teatro.
Mientras la gente esperaba en la gigantesca cola también podía disfrutar del espectáculo, parte de los actores estaban actuando en los balcones del edificio en frente del teatro, y otra parte en la gigantesca cristalera lateral del teatro. La música era constante y yo que no pude ver el interior desde mi trabajo no dejé pasar ni un compás de esa música.
Luego llegaron las presentaciones para autoridades y demás temas políticos, ya se sabe que estamos en pura campaña electoral, pero a mí todos esos comilones me dan de lado, me interesaba el teatro y ya es nuestro.
Comenzamos el XVIII Festival de Invierno de la mejor forma posible, Verónica Forqué y Santiago Ramos interpretando Ay Carmela. A ver quién supera eso.
El abono para todas las obras desapareció de nuestra vida con las llegada de las enanas, así que había que mirar y remirar bien la programación para escoger, todo no se puede.
Una obra de teatro infantil, para meterlas el gusanillo en el cuerpo desde el principio, y un par de ocasiones para nosotros.
Eran y son muchas las buenas obras o actuaciones de jazz que tenemos que dejar pasar. Después de pensarlo bien escogimos: Ay Carmela y El tunel con Hector Alterio.
Sí, he escogido por los actores, no podía dejarles pasar por aquí y no verlos ahí frenta a mí, tanto Forqué como Alterio están dentro de mi grupo de preferidos.
El estreno no pudo ser mejor, la actuación de Verónica y Santiago fue de las que te ponen los pelos de punta y te estrujan el estómago. Genial. No dudo que Alterio nos conmueva de la misma forma, más teniendo en cuenta que la obra ya de por si atrae lo suficiente.
Bueno, que a veces lo breve sí bueno, dos veces bueno. A eso me tendré que agarrar.
Un beso.
La inaguración fue ya puro y duro espectáculo, la compañía La Cubana servía de maestro de ceremonias y presentaba un recorrido por todo el teatro, acompañando a pequeños grupos del público asistente y mostrando todos los entresijos de este estupendo teatro.
Mientras la gente esperaba en la gigantesca cola también podía disfrutar del espectáculo, parte de los actores estaban actuando en los balcones del edificio en frente del teatro, y otra parte en la gigantesca cristalera lateral del teatro. La música era constante y yo que no pude ver el interior desde mi trabajo no dejé pasar ni un compás de esa música.
Luego llegaron las presentaciones para autoridades y demás temas políticos, ya se sabe que estamos en pura campaña electoral, pero a mí todos esos comilones me dan de lado, me interesaba el teatro y ya es nuestro.
Comenzamos el XVIII Festival de Invierno de la mejor forma posible, Verónica Forqué y Santiago Ramos interpretando Ay Carmela. A ver quién supera eso.
El abono para todas las obras desapareció de nuestra vida con las llegada de las enanas, así que había que mirar y remirar bien la programación para escoger, todo no se puede.
Una obra de teatro infantil, para meterlas el gusanillo en el cuerpo desde el principio, y un par de ocasiones para nosotros.
Eran y son muchas las buenas obras o actuaciones de jazz que tenemos que dejar pasar. Después de pensarlo bien escogimos: Ay Carmela y El tunel con Hector Alterio.
Sí, he escogido por los actores, no podía dejarles pasar por aquí y no verlos ahí frenta a mí, tanto Forqué como Alterio están dentro de mi grupo de preferidos.
El estreno no pudo ser mejor, la actuación de Verónica y Santiago fue de las que te ponen los pelos de punta y te estrujan el estómago. Genial. No dudo que Alterio nos conmueva de la misma forma, más teniendo en cuenta que la obra ya de por si atrae lo suficiente.
Bueno, que a veces lo breve sí bueno, dos veces bueno. A eso me tendré que agarrar.
Un beso.
compartido por Miada sobre las
10:47 a. m.
6 Sonrisas:
Siempre noto una extraña alegría cuando me dicen que se ha abierto o reabierto un teatro. Será porque lo siento como la sutil confirmación de la inmortalidad de este arte.
Como ocurre también en el blog de Gabi, el teatro puede morir infinitas veces, pero siempre resucita. Y aunque ya no puedas comprar abonos, Miada, conserva el abono a todas las temporadas de entusiasmo por esas obras a las que vas. Y que las disfrutes.
Yo sigo abonado a este blog.
Teatro... la vida es puro teatro...
Vaya no sabía que la habían inaugurado ya. Habrá que acudir a ver como ha quedado.
Un saludo
¿Por qué tus letras se mueven y las mías no? raro raro....
Enhorabuena!Me alegro de que tengan lugar este tipo de cosas y espero que lo disfruteis. :)
Teatro...lo tuyo es puro teatro...
A disfrutar con buenas obras...
Besos
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