Mi primera vez...
Siento que el tema de esta ocasión no sea realmente lo que estáis esperando leer, no os voy a deleitar con el relato de mi primera relación sexual, más o menos fue como la vuestra: pudó ser mucho mejor!.
Aunque algo de sexo si vamos a tener en este post. Más bien juguetes sexuales, esa sería una correcta definición para estas bolas, conocidas como "bolas chinas".
Iba a ser mi primera visita a un sexshop, nunca había tenido la necesidad de acudir a ninguno, la verdad es que no me llaman la atención este tipo de juegos, utensilios, aparatos o como queráis llamarlos. Pero esta vez mi visita tenía un sentido terapeútico.
Desde mi segundo embarazo, con el primero también me pasó, pero pareció corregirse por sí mismo, tengo pequeñas pérdidas de orina, al realizar algún esfuerzo, al toser con fuerza, etc., y esto es algo bastante molesto. Así que decidí tomar medidas, visité al médico de cabecera y me dió la solución: seguir practicando los ejercicios de Kegel, los cuales había aprendido durante la preparación al parto, y comprarme un maravilloso sistema de pesas que llaman Ladysystem y cuesta más que mis dos ojos de la cara.
Obviamente opté por seguir con los ejercicios de Kegel, que no son más que unos simples movimientos de presión sobre la zona pélvica, es decir como intentar interrumpir la salida de la orina; pero claro estos ejercicios por sí solos no sirven para mucho, es como sí tú practicas un ejercicio ni ninguna resistencia, necesitas que haya algo en tu contra para poder muscular la zona.
Una estupenda noche de jueves estaba viendo el programa de Dos rombos, apareció por allí Victoria Abril, y entre ella y Lorena Berdum comentaron el uso de diversos juguetes sexuales. Cúal fue mi sorpresa cuando al ver las "bolas chinas" Victoria comento su utilidad para fortalecer la zona pélvica en caso de incontinencia. Ella las había usado después de un parto, y por supuesto fue feliz durante su uso.
Así que sin querer encontré mi solución. Sólo tenía que acercame a comprar esas bolitas. Nunca había ido a un sexshop, aquí había uno hace años, pero ya no está, tenía que ir a Santander, encontré tiempo para hacerlo, le pedí a Q. que me acompañase. No era por vergüenza, ni nada por el estilo, no es ese mi caso, pero sí reconozco que no tenía confianza de lo que me iba a encontrar allí. El sexshop se encuentra en un entresuelo, lo que favorece su visita en un lugar tan pueblerino como Santander.
Allí fuimos los dos. Subimos. Llamamos al timbre, todo estaba cerrado, con cámara de vigilancia. No puedo decir que me gustase mucho lo que ví por allí, mucha metralla, estaba lleno de todo tipo de tonterias para regalitos de despedidas de solteros/as, ropa interior horrorosa y todo tipo de penes-consolodores. Quizás podría ser esto algo que me llamase la atención, pero nunca ha sido mi caso, siempre he preferido servirme por mi misma.
La verdad la experiencia fue un poco decepcionante, mucho cacharrería que parecía infantil en vez de juguetes sexuales, cantidades industriales de películas porno y poco más a destacar...
Pregunté directamente por lo que quería, me mostró dos modelos, y no tuve duda, quería las que eran enteras de silicona, por higiene. Fueron baratitas, 21 €, bueno baratas en comparación del Ladysystem, debe ser el Lady lo que sube el precio, el sistema es el mismo, pero estas bolitas tienen doble uso y la Lady no.
Ya os iré contando como me va con estas "bolitas" en mi vida...
Un beso.
Aunque algo de sexo si vamos a tener en este post. Más bien juguetes sexuales, esa sería una correcta definición para estas bolas, conocidas como "bolas chinas".
Iba a ser mi primera visita a un sexshop, nunca había tenido la necesidad de acudir a ninguno, la verdad es que no me llaman la atención este tipo de juegos, utensilios, aparatos o como queráis llamarlos. Pero esta vez mi visita tenía un sentido terapeútico.
Desde mi segundo embarazo, con el primero también me pasó, pero pareció corregirse por sí mismo, tengo pequeñas pérdidas de orina, al realizar algún esfuerzo, al toser con fuerza, etc., y esto es algo bastante molesto. Así que decidí tomar medidas, visité al médico de cabecera y me dió la solución: seguir practicando los ejercicios de Kegel, los cuales había aprendido durante la preparación al parto, y comprarme un maravilloso sistema de pesas que llaman Ladysystem y cuesta más que mis dos ojos de la cara.
Obviamente opté por seguir con los ejercicios de Kegel, que no son más que unos simples movimientos de presión sobre la zona pélvica, es decir como intentar interrumpir la salida de la orina; pero claro estos ejercicios por sí solos no sirven para mucho, es como sí tú practicas un ejercicio ni ninguna resistencia, necesitas que haya algo en tu contra para poder muscular la zona.
Una estupenda noche de jueves estaba viendo el programa de Dos rombos, apareció por allí Victoria Abril, y entre ella y Lorena Berdum comentaron el uso de diversos juguetes sexuales. Cúal fue mi sorpresa cuando al ver las "bolas chinas" Victoria comento su utilidad para fortalecer la zona pélvica en caso de incontinencia. Ella las había usado después de un parto, y por supuesto fue feliz durante su uso.
Así que sin querer encontré mi solución. Sólo tenía que acercame a comprar esas bolitas. Nunca había ido a un sexshop, aquí había uno hace años, pero ya no está, tenía que ir a Santander, encontré tiempo para hacerlo, le pedí a Q. que me acompañase. No era por vergüenza, ni nada por el estilo, no es ese mi caso, pero sí reconozco que no tenía confianza de lo que me iba a encontrar allí. El sexshop se encuentra en un entresuelo, lo que favorece su visita en un lugar tan pueblerino como Santander.
Allí fuimos los dos. Subimos. Llamamos al timbre, todo estaba cerrado, con cámara de vigilancia. No puedo decir que me gustase mucho lo que ví por allí, mucha metralla, estaba lleno de todo tipo de tonterias para regalitos de despedidas de solteros/as, ropa interior horrorosa y todo tipo de penes-consolodores. Quizás podría ser esto algo que me llamase la atención, pero nunca ha sido mi caso, siempre he preferido servirme por mi misma.
La verdad la experiencia fue un poco decepcionante, mucho cacharrería que parecía infantil en vez de juguetes sexuales, cantidades industriales de películas porno y poco más a destacar...
Pregunté directamente por lo que quería, me mostró dos modelos, y no tuve duda, quería las que eran enteras de silicona, por higiene. Fueron baratitas, 21 €, bueno baratas en comparación del Ladysystem, debe ser el Lady lo que sube el precio, el sistema es el mismo, pero estas bolitas tienen doble uso y la Lady no.
Ya os iré contando como me va con estas "bolitas" en mi vida...
Un beso.
1 Sonrisas:
Dios me has recordado una anécdota con un amigo muy conservador y puritano (para lo que quiere) que le gusta una de la pandilla (si esa q luego llama puta delante solo de nosotros xq se va con 3 amigos a un monte de excursión :O)y que le hicimos creer que le habíamos comprado eso de regalo de amigo invisible. No sabes la que nos montó, primero que no sabía que era y luego cuando lo supo quería quitarnos el regalo y tirarlo...
Total, ahora has demostrado que tiene un uso médico así que quién sabe igual cae ese regalo alguna vez jajaja
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